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Discreta y sin darse importancia. Así es la playa de Mira. Situada casi a medio camino entre Figueira da Foz y Aveiro tiene el honor de ser de las pocas playas europeas que han lucido siempre la bandera azul desde la creación de este galardón. 38 años con este distintivo de calidad hacen que sea una de las mejores playas de Portugal. Pero Mira tiene mucho más. Sendas ciclistas y peatonales, tradición pesquera y una gastronomía marinera excelsa. No te pierdas todo lo que ver en la playa de Mira y alrededores
Caminar por el corto, pero agradable paseo marítimo de la playa de Mira, es toda una demostración de fuerza. Delimitando el arenal y la acera se extienden las 38 banderas azules de las que ha sido acreedor este pequeño paraíso Atlántico hasta 2024. Es la única muestra de alardeo de esta freguesia del municipio de Mira. A pesar de la importancia que supone ser de las pocas playas europeas que nunca han faltado a su cita con el sello de calidad garzo, en estos lares siguen trabajando con humildad y constancia. Ese es el secreto del éxito.
La playa de Mira es deliciosa en todos los aspectos. Arena fina y limpia, aguas cristalinas, accesos en perfecto estado de revista, duchas y vestuarios, socorristas, chiringuitos y una conciencia ambiental pionera en las playas de Portugal. Hay un refrán que dice que no es más limpio el que limpia, sino el que menos ensucia. Y en este caso resulta imposible no contagiarse de ese civismo que impregna cada milímetro del arenal.
Hemos visitado la playa de Mira en un par de ocasiones en verano y la experiencia ha sido inmejorable. Pero Mira es mucho más que una playa que abraza el furibundo Atlántico sin maquillajes ni excesos urbanísticos. Esta pequeña localidad que nació como un asentamiento de pescadores es un estupendo lugar para hacer rutas de senderismo y ciclistas y uno de los mejores emplazamientos de la costa portuguesa para paladear la mejor gastronomía marinera.
Cómo llegar a la playa de Mira
En coche. La playa de Mira se encuentra en la Región Centro de Portugal a medio camino entre Aveiro y Figueira da Foz. Es una playa muy visitada por salmantinos y extremeños debido a su cercanía y buena conexión. Desde la frontera de Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso por ejemplo hay un viaje de poco más de dos horas por las autovías A25 y A17, ambas de pago electrónico (consulta aquí cómo pagar los peajes de las autovías en Portugal). Desde Oporto hay un viaje de poco más de una hora por la autopista A1 y las autovías A25 y A17. Aparcar en el casco urbano no es fácil ya que no hay demasiadas plazas de aparcamiento.
En tren. Mira no cuenta con estación de ferrocarril. Las más próxima es la de Aveiro, a media hora en coche.
Dónde alojarse en la playa de Mira
La playa de Mira tiene una capacidad hotelera que supera las 500 camas. Aunque no hay grandes hoteles sí hay pequeños alojamientos, numerosos apartamentos turísticos y un extenso camping.
La primera vez que visitamos la playa de Mira nos alojamos en la Casa da Ria. Se encuentra a 25 minutos en coche. Regentado por los amabilísimos Francisca y Joao Paulo, se trata de un chalé rodeado por un extenso jardín donde te hacen sentir mejor que en tu propia casa. Las habitaciones son muy cómodas y decoradas con mucho gusto y los desayunos deliciosos y personalizados. Un lugar con mucho encanto.
Durante el segundo viaje que hicimos elegimos un alojamiento en la propia playa de Mira a unos pocos metros del arenal: los apartamentos Dom Quixote. Se trata de un edifico de tres pisos con apartamentos bien equipados. Sin grandes lujos, pero correctos y limpios. Las llaves se recogen en una cafetería que hay justo al lado (Avenida) donde se puede desayunar a precios muy asequibles.
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Qué ver en la playa de Mira entre agua dulce y salada
Mira es su playa. Mejor dicho sus playas. Aunque a simple vista podría ser un único e interminable arenal, existen dos. Pero además la playa de Mira es tradición pesquera, un espacio natural muy atractivo como es la Barrinha y una gastronomía formidable.
Playa de Mira
Desde que en 1987 la Fundación para la Educación Ambiental comenzó a conceder banderas azules a las mejores playas, Mira no ha faltado nunca a esa cita con la excelencia. Es de hecho de las pocas playas marítimas y fluviales del viejo continente que tienen este honor. No es para menos. En Mira miman con esmero su playa. La cuidan como a un hijo brillante y estudioso de que cada año obtiene un sobresaliente en la evaluación final. Además de sus servicios (duchas, vestuarios, accesibilidad, socorristas, conciencia ambiental y casetas de playa etc.) el cuidado de esta joya se extiende a todas y cada una de las personas que la pisan. Incluso es habitual ver a gente anónima recogiendo colillas y pequeños plásticos para que no haya ni un residuo en el inmaculado arenal.
Pero no nos olvidemos que estamos ante la típica playa atlántica lusa como las que podemos visitar en Aveiro, Ovar o Espinho. Abiertas al mar, con fuerte viento y días de gran oleaje. Durante el último verano que estuvimos en la playa de Mira tuvimos dos banderas rojas seguidas. Hay que asumirlo. No todo podía ser tan bonito. Sin embargo, es un lujo tumbarse en la fina arena sin apreturas ni agobios. Dar largos paseos por la orilla mientras se sortea a los pescadores que con sus grandes cañas intentan capturar una buena dorada o lubina. Sentarse en alguno de sus chiringuitos sintiendo la brisa… La playa de Mira está dividida en una vertiente norte, que coincide con el tramo urbano, y otra sur, más salvaje y natural.
Playa del Poço da Cruz
Si la playa de Mira ha lucido durante 37 años seguidos la bandera azul, la del Poço da Cruz lo ha hecho de forma ininterrumpida desde 2007. Se encuentra situada al norte en una zona absolutamente salvaje dominada por las dunas y los pinares. Una playa ideal para la práctica de deportes como el surf o el kitesurf. También cuenta con toda clase de servicios.
Se puede llegar desde la playa de Mira a la del Poço da Cruz caminando durante 3,5 kilómetros, en parte por pasarela y en parte por la arena. En el acceso a esta playa hay un columpio ideal para realizar fotografías al atardecer.
Arte xávega
Entre los meses de marzo y octubre a primera hora de la mañana, y si él océano lo permite, será posible ver en la playa de Mira el arte de pesca de la xávega. Es un tipo de pesca ancestral que consiste en que una embarcación de madera, elevada en la proa para soportar el envite de las olas y tripulada por ocho hombres, se adentra en el Atlántico unos dos kilómetros para extender una red de pesca. Uno de sus cabos se deja en la arena para que después se enganche a un tractor que, mediante una polea, tira de la red tierra adentro. Antiguamente ese trabajo lo hacían bueyes. La llegada a la arena de la red repleta de pescado es un espectáculo. Suele ocurrir sobre las nueve de la mañana y en ese momento decenas de pescadores seleccionan las piezas por tamaño y variedad con una asombrosa agilidad. Las disponen en unos cestos y las trasladan en unos carros a la lonja para ser subastadas. Otro espectáculo que curiosamente se sigue haciendo en escudos y no en euros.
El arte xávega es muy popular en esta vertiente de la costa lusa donde las playas abiertas impiden la presencia de puertos. Precisamente la pesca está en el origen de la playa de Mira que nació como un pequeño asentamiento de estos héroes del mar.
Palheiros de Mira
Al pie de la Barrinha se levanta este museo que es a la vez la oficina de turismo de la playa de Mira. Un lugar donde conocer el origen de Mira y el trabajo y tradiciones de sus gentes en el mar y en la tierra. El arte de la xávega y la construcción de los ‘palheiros’, las pequeñas casetas de pescadores de vivos colores que casi han desaparecido en Mira y que por ejemplo vemos en Costa Nova, centran gran parte de la oferta expositiva.
HORARIO
De lunes a domingo de 09:00 a 13:00 horas y de 14:00 a 17:00 horas
Festivos cerrado (excepto el 15 de agosto)
Barrinha
Es la laguna de agua dulce que extiende en paralelo a la playa de Mira. Se trata de un espacio natural de gran valor para el asentamiento de aves y especies vegetales. Cuenta con una senda peatonal y ciclista de 3,5 kilómetros que la bordea ofreciendo al visitante un paseo muy agradable especialmente al atardecer.
La Barrinha sufre en los últimos años una invasión de jacintos de agua contra la que se está trabajando y que cubren por completo uno de sus extremos. Uno de los brazos de la Barrinha se adentra en el paisaje urbano de la playa de Mira regalando un canal con varios puentes que conecta con la ría de Aveiro. En la Barrinha también es típico alquilar embarcaciones de pedales con decoraciones un tanto ostentosas para dar un pequeño paseo.
Mercado de la playa de Mira
Junto al canal que vertebra el caso urbano de la playa de Mira se levanta el moderno mercado de la localidad. En una sola planta disponen varios puestos de frutas y verduras, carnicerías y una gran pescadería donde adquirir las delicias que llegan en las redes de la xávega.
Mural de Bordalo II
Justo enfrente del Mercado, en la fachada del centro de salud de la localidad, el artista Bordalo II, famoso por sus obras de arte urbano realizadas con basura y elementos reciclados en ciudades como Oporto, Lisboa, São Paulo o Texas ha dejado su impronta. En esta ocasión ha creado un chorlitejo patinegro, un ave muy popular es la costa atlántica.
Capilla de Nossa Senhora da Conceição
Pequeña capilla que nos recibe en el paseo marítimo de la playa de Mira con una alegre fachada en madera de colores azules y blancos a rayas, imitando la decoración de los ‘palheiros’. Fue construida en el año 1843 y es visitada habitualmente por los pescadores y sus familias para pedir protección o dar las gracias. Su interior es muy sencillo y, como no podía ser de otra forma, tiene motivos marineros.
Monumento al pescador
Junto a la capilla se erige este grupo escultórico obra del artista Alves André en la que se representa a un pescador y su familia. Destaca la fuerza y el movimiento que tienen las figuras. La obra fue promovida por las autoridades locales “en honor a la tierra y a la gente a la playa de Mira” tal y como reza su inscripción.
¿Dónde comer bien y barato en la playa de Mira?
Además de todo lo que ver en la playa de Mira, es obligado hacer una mención especial a su gastronomía marinera. Tal y como ocurre en otros puntos de la costa centro y norte lusa como Costa Nova, Furadouro o Espinho, en la playa de Mira existe un buen abanico de restaurantes para degustar las exquisiteces del mar a precios bastante razonables. Estas son algunas propuestas que os hacemos y que nos causaron un muy buen sabor de boca durante nuestros viajes.
🍽️ Restaurante Lila (Av. Infante Dom Henrique, 19). Es nuestro restaurante favorito para comer en la playa de Mira. Lo hemos visitado en un par de ocasiones y nos parece el mejor por su relación calidad-precio. Está ubicado a unos pocos metros de la playa, en la principal calle comercial. Tras una modesta fachada y un interior bastante reducido, se esconde una cocina marinera de primer nivel con productos frescos y de calidad que lleva funcionando desde 1966 de la mano del veterano João Lila.
La primera vez que fuimos pedimos una ‘caldeirada mista’ de pescado absolutamente deliciosa (25€, para dos y 14€, para uno). La segunda vez nos decantamos por el ‘pitéu de raia’ (25€, para dos y 14€, para uno). Se trata de un plato tradicional de pescadores de la playa de Mira que se prepara en una cazuela y que lleva raya, patatas, laurel, aceite de oliva y pimentón. Se deja hervir y el resultado es una caldereta con un sabor potente donde la carne de la raya se desprende sola con una jugosidad fabulosa. También pedimos una ‘lulas grelhadas’ (chipirones a la brasa) deliciosas (13,50€). Precio medio por persona: 21 euros.
🍽️ Restaurante O Pescador (R. Furriel Meliciano António Henriques da Costa 9). Siempre que en Portugal hemos acudido a un restaurante llamado ‘O Pescador’ no hemos salido decepcionados. Casualidad o no, en la playa de Mira nos pasó lo mismo. Este restaurante minúsculo y un poco escondido, es la típica tasca marinera portuguesa que maneja a la perfección las delicias que nos regala el Atlántico. Recomendable el arroz de marisco (15€ para uno) y cualquiera de los pescados a la brasa. Nosotros nos decantamos por una lubina (13,50€). Tuvimos que esperar un poco, pero mereció la pena. Precio medio por persona: 20 euros.
🍽️ Restaurante Mar Azul (Av. Arrais Batista Cera). Bajo la dirección del chef Bruno Mauricio este restaurante es una buena opción para comer en la playa de Mira los mejores productos del mar. Una de sus especialidades es el arroz de ‘tamboril com gambas’ (42€ para dos). Si sirve en la típica cazuela con una buena cantidad de rape y gamas. Por ponerle un pro, el rape no estaba tan tierno como cabría esperar, pero el sabor del arroz en general era muy bueno. Precio medio por persona: 26 euros.
🍽️ Restaurante Salgáboca (R. Furriel Meliciano António Henriques da Costa). Sin miedo a equivocarnos, se trata del restaurante más popular de la playa de Mira, pero en un escalón superior en cuanto a precio al resto de los que hemos mencionado. Eso sí, la calidad del producto y la elaboración bien merecen rascarse un poco el bolsillo. De hecho los arroces son solo un poco más caros que en Mar Azul, pero la diferencia de calidad se nota aunque la cantidad no sea tan generosa. El género del pescado es extraordinario, pero eso se nota en el precio que varía en función del mercado. Precio medio por persona: 35 euros.