Qué ver en Aveiro. 15 visitas imprescindibles en la no ‘Venecia portuguesa’

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La sal, el pescado y, por supuesto, sus canales, han forjado la personalidad de una de las ciudades más encantadoras de Portugal. Eso sí, no hay que ir pensando que es la ‘Venecia portuguesa’ porque entonces la decepción puede ser mayúscula. Aveiro es Aveiro. Con sus casas ‘art nouveau’, con su colorido barrio de Beira Mar, con sus animadas placitas, con sus moliceiros (que no góndolas) surcando los canales y con su deliciosa gastronomía. Y también con sus playas, por supuesto. Acompáñanos en este viaje por los lugares imprescindibles que ver en Aveiro


No, Aveiro no es la ‘Venecia portuguesa’. Quien vaya con esa idea en la cabeza se llevará una decepción de campeonato. Antes de entrar en harina con esta guía de todo lo que ver en Aveiro queríamos desmontar esta absurda comparación. Quien la haga está engañando al personal. Directamente. De entrada, es bastante osado hacer comparaciones entre ciudades porque cada una tiene una personalidad propia. Pero mucho más si el espejo es una de las urbes más bellas e icónicas de todo el mundo como es Venecia. Por eso cuando se viaje a Aveiro hay que olvidarse de mirar hacia Italia. Es la manera de que nos cautive y nos sorprenda. Porque la belleza de Aveiro es indudable, pero tan indudable como que no tiene absolutamente nada que ver con la capital de la región del Véneto.

'Moliceiros' barrio de Beira Mar de Aveiro
‘Moliceiros’ barrio de Beira Mar de Aveiro

Ese desacertado símil viene a colación por la presencia en Aveiro sus característicos canales surcados por unas embarcaciones que algunos asemejan de manera muy errada con las góndolas venecianas. Los cuatro canales que se adentran en el entramado urbano aveirense son artificiales y construidos para facilitar la entrada de las mercancías desde su famosa ría.

Esta ría se creó en 1570 a raíz de una devastadora tormenta que bloqueó la desembocadura del río Vouga creando marismas insalubres. Una catástrofe para Aveiro que solo se recuperó cuando se construyó, en la actual playa de Barra, un canal para que toda esa agua no se quedara estancada y se comunicara con el mar. Una idea brillante que trajo prosperidad, nuevas vías de negocios y la creación de la bonita playa de Costa Nova (de ahí su nombre), reclamo turístico de primer orden gracias a sus coloridas casas, otrora almacenes de los pescadores.

Aveiro huele a sal y a pescado. Sus excelentes salinas son un motor económico fundamental. Esa sal se trasladaba hasta Terranova para conservar el bacalao que venía de vuelta a territorio luso para ser cocinado de mil maneras diferentes. Y los pescados que se capturan en la costa atlántica se cocinan magistralmente en su amplia nómina de restaurantes que hacen de Aveiro un destino gastronómico de mucha categoría, no solo en el terreno marinero, sino también el repostero gracias a sus conocidos ‘ovos moles’.

Grafiti de 'I love Aveiro' junto al hotel Meliá Ría
Grafiti de ‘I love Aveiro’ junto al hotel Meliá Ría

Cómo llegar a Aveiro

En coche. Aveiro se encuentra perfectamente comunicada por carretera gracias, principalmente, a la A25, la autovía que une esta ciudad con la frontera española de Salamanca (y que es gratuita desde 2025 gracias a la eliminación de los peajes electrónicos). Algo menos de dos horas de viaje hay entre ambos puntos, y tres desde la capital charra, lo que han convertido tradicionalmente a Aveiro en la ‘playa de Salamanca’. Está a menos de una hora de Oporto por la A25 y la A1 y a la misma distancia de Coímbra. La cercanía de estas dos ciudades la convierte en un centro de operaciones muy interesante para recorrer desde allí otros puntos del país.

En tren. Aveiro cuenta con una moderna estación de ferrocarril (al lado de la bonita estación antigua) ubicada al final de la avenida del Dr. Lourenço Peixinho (a quince minutos caminando del casco histórico). Cada treinta minutos salen trenes a Oporto. Los más rápidos (y caros) son los Alfa Pendular que tardan media hora. También estos trenes rápidos comunican Aveiro con Lisboa en unas dos horas.

En autobús. Justo detrás de la estación de ferrocarril se encuentra la de autobuses (terminal rodoviário) con conexiones con Oporto, Lisboa, Figueira da Foz, Coímbra y Guarda, entre otras ciudades.

¿Dónde alojarse en Aveiro?

Aveiro es la ciudad portuguesa que más hemos visitado y, por lo tanto, en la que más alojamientos diferentes conocemos. La ciudad cuenta con una oferta muy variada y de calidad que sigue creciendo con alojamientos más novedosos tipo ‘guesthouse’ y ‘bed and breakfast’.

El hotel más moderno y lujoso es sin duda el Meliá Ría. Destaca por su rompedor diseño y está ubicado junto al jardín de Fonte Nova que se ha convertido en un pulmón verde de la ciudad. Cuenta además con un amplio aparcamiento gratuito en la explanada que hay delante de su fachada. Se encuentra a diez minutos caminando del centro de Aveiro y el problema es que sus precios se han incrementado año a año al mismo tiempo que aumentaba el tirón turístico de la ciudad.

El hotel As Américas ubicado junto a la avenida principal de la ciudad y cerca de la estación de ferrocarril es una buena opción. Sus precios también han subido y sus instalaciones son más antiguas, pero la comodidad que ofrece es indudable. Destaca también el hotel Aveiro Palace, el mejor ubicado de todos. Un clásico reformado que regala las mejores vistas de la ría y los ‘moliceiros’.

Nuestra habitación del hotel Afonso V
Nuestra habitación del hotel Afonso V

En el hotel Afonso V hemos estado dos veces. Está algo más alejado del centro, pero tiene unos precios muy competitivos. La última vez que fuimos nos llevamos la agradable sorpresa de que ha reformado sus habitaciones, por lo que ha dejado atrás su aspecto antiguo y ha ganado en confortabilidad. Tiene spa y en la zona se aparca bien, por lo que no es necesario pagar su parking privado.

Qué ver en Aveiro en un fin de semana. 15 visitas y planes imprescindibles

Aveiro es una escapada ideal para un fin de semana o un puente de tres días. Incluso para una excursión de un día desde Oporto. Pero lo ideal sería dedicarle una jornada a la ciudad (muy recomendable hacer una visita guiada) y otra a sus playas (Costa y Nova y Barra).

Aunque técnicamente no están en el municipio de Aveiro, sino en el de Ílhavo, popularmente son conocidas como las playas aveirenses y están separadas por apenas 13 kilómetros que se hacen cómodamente por la autovía A25.

Paseo en ‘moliceiro’ por la ría

Es un plan imprescindible que hacer en Aveiro que probamos en nuestro primer viaje a la ciudad y volvimos a repetir en el último. Los ‘moliceiros’ (que no góndolas) son las coloridas embarcaciones que se ven surcando los canales de la ría repletas de turistas. Su uso original no era ese, por supuesto. Se denominan así porque eran las encargadas de transportar el ‘moliço’, una combinación de algas que se extraían del mar y se empleaban como fertilizante en los campos de cultivo. También se dedicaban a transportar todo tipo de productos desde la costa hasta el centro de la ciudad.

Aunque todos los barcos que vemos en la ría se denominan ‘moliceiros’ técnicamente no es así. Los antiguos transportadores de ‘moliço’ tienen la proa curva, mientras que también veremos otra embarcación denominada ‘batel de sal’ que se usaba, como su propio nombre indica, para la carga de sal desde las salinas.

Decoración de un 'moliceiro'
Decoración de un ‘moliceiro’

El paseo dura 45 minutos y recorre en primer lugar en canal que conduce a las salinas, para posteriormente surcar el brazo (canal de São Roque) donde están situados dos de los puentes más singulares de la ciudad, el de Carcavelos y el de Botirões. Este último tiene forma de lazo y emula el elemento que se usa para la pesca de las angulas.

Finalmente el ‘moliceiro’ recorre al completo el canal central hasta el hotel Melía Ría pasando por el puente de los Laços de Amizade del que más adelante hablaremos. El viaje se hace guiado en español para comprender mejor todo lo que se está viendo y resulta muy agradable y relajado.

Paseo en 'moliceiro' por la ría de Aveiro
Paseo en ‘moliceiro’ por la ría de Aveiro

Una curiosidad. Todos los ‘moliceiros’ están decorados con cuatro coloridas imágenes: una religiosa; otra dedicada a un oficio de la zona; otra a un personaje famoso de Portugal, preferentemente futbolistas; y la última con un contenido más pícaro o sexual.

Edificio de la antigua Capitanía de Aveiro

Una de las imágenes más populares de Aveiro es la de los ‘moliceiros’ junto al bonito edificio de la antigua Capitanía. Parece flotar sobre las aguas de la ría sustentado por unos arcos que originalmente formaban parte de un molino de mareas. Hasta 1992 fue la residencia del capital del puerto de Aveiro hasta la construcción de las actuales instalaciones portuarias junto a la playa de Barra. Es sede de la Asamblea Municipal de Aveiro y también acoge diversas exposiciones temporales.

Edificio de la antigua Capitanía de Aveiro
Edificio de la antigua Capitanía de Aveiro

Desde la nueva glorieta que hay junto al edificio se obtienen bonitas del edificio y de la ría en compañía de las esculturas dedicadas a algunos oficios tradicionales aveirenses: ‘a salineira’ la mujer que transportaba sal en cestas de mimbre; ‘o marnoto’, el hombre que extraía la sal en las salinas; ‘a parceira do ramo’, la vendedora de flores; y ‘o fogueteiro’, el hombre que lanzaba los fuegos de artificio.

Escultura del 'marnoto'
Escultura del ‘marnoto’

Ruta del modernismo

Aveiro es la ciudad del modernismo en Portugal. Por encima de los canales y los ‘moliceiros’, la presencia de espectaculares fachadas ‘art nouveau’ hacen que la belleza de la ciudad sea única y especial. Sin comparaciones herradas con Venecia. Después de la crisis que supuso la tormenta del siglo XVI, la conexión de las marismas al mar a través del canal de Barra trajo de nuevo prosperidad a Aveiro que se llenó de este tipo de edificios que forman parte de una ruta que reúne veinte construcciones de lo más singulares. Muchas de ellas están junto al canal central y el parque de Rossio como la Casa da Cooperativa Agrícola con sus azulejos de tonos rosados y el museo de Arte Nova del que hablaremos a continuación. Todos estos edificios tienen una señalización en la acera con su nombre y un número para identificar a todos los que forman parte de la ruta.

'Moliceiros' y edificios modernistas de Aveiro
‘Moliceiros’ y edificios modernistas de Aveiro

Museo de Arte Nova

En el más destacado edificio modernista que ver en Aveiro se encuentra el Museo de Arte Nova, donde poder acercarse al vínculo de este estilo con la ciudad lusa. Tiene una exposición permanente y programa muestras temporales. Es posible recorrerlo con una audioguía en español y tomarse un té o un café en la cafetería de la planta baja que es absolutamente deliciosa.

Museo de Arte Nova
Museo de Arte Nova

Merece la pena detenerse con tranquilidad ante su fachada decorada con motivos florales y animales. Fue propiedad de Mário Belmonte Pessoa, que hizo fortuna con el café y el cacao, aunque era farmacéutico de profesión.

Enfrente del Museo de Arte Nova se extiende el parque de Rossio, en el que se ha realizado una desacertada actuación para construir en sus bajos un gran (y necesario) parking. Pero esa necesidad no obligaba a que la parte superior se convirtiera en un espacio impersonal, con mucho cemento y poca vegetación.

Praça do Peixe

Callejeando detrás del Museo de Arte Nova llegamos al espacio con más vida y ambiente que ver en Aveiro. Es la praça do Peixe presidida por el mercado que en su día también estaba dedicado a este producto. Así lo vimos en nuestras primeras visitas a esta ciudad. Hoy tiene un pequeño espacio para esa actividad, pero se ha convertido en un lugar de conciertos, exposiciones y actos culturales, mientras en el piso superior había un restaurante. La plaza está repleta de terrazas que al atardecer se llenan especialmente de viajeros.

Praça do Peixe
Praça do Peixe

Una imagen muy típica de Aveiro se obtiene desde la praça do Pexie con uno de los brazos de la ría de fondo, los ‘moliceiros’, el puente de los Botirões y algunas de las coloridas casas del barrio de Beira Mar, llamado así por encontrarse geográficamente más cerca del Atlántico.

Capilla de San Gonçalinho

Penetrando en el barrio de Beira Mar nos topamos con la inmaculada y pequeña capilla que rara vez se encuentra abierta, pero que es muy simbólica para los aveirenses. En primer lugar porque San Gonçalinho es su patrón y un santo muy querido por su papel de casamentero para ayudar aquellos que están buscando a su media naranja. Y en segundo lugar porque en ella tiene lugar una de las celebraciones más arraigadas de la ciudad coincidiendo con el día de Reyes. Desde lo alto del templo se lanzan una especie de galletas amarillas llamadas ‘cavacas’ que, según la tradición, traen buena suerte a todo aquel que las recoja.

Capilla de San Gonçalinho
Capilla de San Gonçalinho

Iglesia de la Vera-Cruz o de Nuestra Señora de la Presentación

Es la iglesia más bella que ver en Aveiro. Se construyó en el siglo XVII y destaca en primer lugar por los dos paneles de azulejos que hay en su fachada. El interior, también decorado con azulejos en sus paredes, es muy rico en ebanistería dorada. Esta ornamentación está tanto presente en sus capillas laterales como en el altar mayor.

Iglesia de la Vera-Cruz o de Nuestra Señora de la Presentación
Iglesia de la Vera-Cruz o de Nuestra Señora de la Presentación

Puente de Carcavelos

En canal de canal de São Roque que antes mencionábamos es el brazo que se extiende entre la autovía A25 y el barrio de Beira Mar, concretamente pegado a los antiguos almacenes de sal que hoy se han reconvertido en restaurantes, alojamientos y viviendas. En este tramo brilla el puente de Carcavelos. Es el único elemento de similitud real entre Aveiro y Venecia que veremos en toda la ciudad, ya que su estilo sí que recuerda a la ciudad italiana. Originalmente estaba construido en madera y está presidido por el escudo de Aveiro.

Puente de Carcavelos
Puente de Carcavelos

Puente de los Laços de Amizade

Un detalle aparentemente intrascendente que tuvieron unos universitarios hace algunos años se ha convertido en una de las tendencias más virales de Aveiro y en todo un reclamo para obtener la foto más ‘instagrameable’. Hablamos del puente de los Laços da Amizade (lazos de la amistad), aunque a decir verdad habría que hablar de los puentes, porque son varios los que ya están totalmente cubiertos de cintas de colores con mensajes y deseos.

Puente de los Laços de Amizade
Puente de los Laços de Amizade

Aquellos estudiantes de la Universidad de Aveiro engancharon a uno de los puentes situados enfrente del centro comercial Forum las cintas con los colores que representaban la carrera que habían cursado. Una forma de poner fin a su vida universitaria al igual que en Coímbra las queman en una de las fiestas más singulares y populares de Portugal. A este gesto se unieron más universitarios año a año hasta que los turistas se unieron a la moda y todo se desbordó.

Hoy son cuatro los puentes que están repletos de cintas. Una costumbre un poco más respetuosa que la de los candados que se inició hace años y ahora afortunadamente vive su ocaso. Algunas tiendas de los alrededores venden las cintas a precios muy dispares, desde 20 céntimos a 2 euros. Un negocio redondo.

Antigua estación de ferrocarril

Junto a la nueva estación de ferrocarril de Aveiro se levanta la antigua que, como otras muchas de Portugal, tiene una fachada decorada con azulejos que representan diferentes enclaves de Portugal y oficios tradicionales. Se inauguró a finales del siglo XIX y los azulejos tienen la firma de Francisco Pereira y Licínio Pinto y fueron elaborados en la fábrica de la Fonte Nova.

Antigua estación de ferrocarril
Antigua estación de ferrocarril

Iglesia de la Misericordia y praça da República

Antiguamente Aveiro estaba dividido en dos partes muy diferenciadas. Por un lado los que vivían en el entorno de la ría, soportando los olores y la insalubridad de aquellas aguas estancadas. Eran los ‘cagaréus’, llamados así porque hacían sus necesidades en la propia ría. En la parte alta, la que se inicia en la bonita rúa de Coímbra, residían los ‘ceboleiros’, más acomodados y denominados de esta forma porque se dedicaban al cultivo de cebollas en los alrededores de la ciudad.

Iglesia de la Misericordia
Iglesia de la Misericordia

Hoy obviamente esa división no existe, pero tomar la empinada rúa de Cóimbra parece llevarnos a otra ciudad diferente y complementaria. En ella están las dos pastelerías más famosas para comprar el dulce típico aveirense, los ‘ovos moles’ (oblea rellena de crema de yema de huevo y azúcar). Se trata de la confitería Peixinho y de la casa Ovos Moles de Aveiro.

Praça da República
Praça da República

Y poco después, la bonita iglesia da Misericórdia, primera catedral de Aveiro, y que destaca por su decoración interior a base de azulejos. Es el único templo de la ciudad que cobra una entrada simbólica para su mantenimiento. Justo enfrente, la amplia plaça da República presidida por el edificio de la Câmara Municipal de Aveiro (Ayuntamiento).

Museo de Aveiro

El antiguo monasterio de Jesús, el lugar donde la princesa Joana, hija del rey Afonso V, se retiró durante 18 años hasta su muerte, es hoy el museo más destacado que ver en Aveiro. Tiene una extraordinaria colección de pintura de los siglos X a XV. Pero una de las razones para visitarlo es la maravillosa tumba de Santa Joana (fue canonizada tras su muerte) hecha en mármol en el siglo XVII. Una capilla anexa narra los pasajes de la vida de la princesa santa. Justo enfrente del museo se levanta el polémico monumento que recuerda la muralla que tuvo Aveiro obra de Álvaro Siza y de la que actualmente no queda ni una piedra.

Museo de Aveiro
Museo de Aveiro

Catedral de São Domingos

Compartiendo espacio patrimonial con el Museo de Aveiro, la catedral de São Domingos, sometida a mil y una restauraciones, es el templo menos atractivo de todos los que hemos repasado. Sin embargo, no deja de ser aconsejable su visita al tratarse de la catedral. Formó parte de un convento dominico, del que se conserva el crucero dedicado a São Domingos cuyo original se puede ver en el interior del templo, mientras que fuera se ha colocado una réplica. Cuenta con dos magníficos órganos, uno moderno y otro antiguo.

Catedral de São Domingos
Catedral de São Domingos

Salinas de Aveiro

Caminando tranquilamente desde la plaza de Rossio se puede llegar cómodamente a las salinas, que se recorren gracias a un sendero que las rodea. Lo más recomendable es acudir al atardecer cuando el sol regala unos colores y una luz casi irreal en su reflejo con las salinas. En los meses de verano, cuando se extrae la sal, la experiencia es aún más recomendable.

Salinas de Aveiro
Salinas de Aveiro

Playas de Aveiro

Una de las principales razones para visitar Aveiro, además de su belleza monumental, es su cercanía con la playa. Aunque, tal y como hemos comentado, las tradicionales ‘playas de Aveiro’ se encuentra en el municipio de Ílhavo, normalmente se vinculan a la ciudad aveirense. En este post tienes información muy completa de todas las playas que puedes visitar.

🏖️ Costa Nova. Es la más popular de las playas de Aveiro gracias a sus coloridas casas. Antiguos ‘palheiros’ (almacenes de los pescadores) que con el paso del tiempo se reconvirtieron en viviendas o imprimieron el estilo a muchas de las casas que se levantaron entre la ría y la playa. Una costa nueva, como su nombre indica, surgida después de aquella tormenta del siglo XVI en la que nació la ría. Como el resto de playas de Aveiro, Costa Nova, goza de grandes arenales abiertos al Atlántico con bastante oleaje y donde el viento suele soplar con fuerza.

Casas típicas de Costa Nova
Casas típicas de Costa Nova

🏖️ Barra. Mucho más impersonal en cuanto a sus construcciones, Barra es más una pequeña ciudad costera repleta de bloques de apartamentos. Eso unido a contar con menos plazas de aparcamiento que su vecina Costa Nova, hace que estacionar el vehículo en verano sea casi una misión imposible. En Barra se levanta el segundo afro más alto de la península ibérica después del de Chipiona (62 metros) y, además de las grandes playas abiertas como en Costa Nova, tiene una protegida por diques ideal para niños por la ausencia de oleaje ubicada justo detrás del propio faro.

🏖️ Vagueira. Es la playa inmediatamente posterior a Costa Nova viajando en dirección sur. Es más pequeña que sus vecinas y tiene una estructura de madera para bajar a la arena cuando hay bajamar. Vagueira es mucho menos popular y frecuentada, por lo que también cuenta con menos servicios.

Playa de São Jacinto
Playa de São Jacinto

🏖️ São Jacinto. En ferri desde el puerto de Aveiro o dando un rodeo por carretera desde el centro de la ciudad de casi una hora de viaje, se llega a la reserva natural de las dunas de São Jacinto, donde se encuentra la playa más salvaje que ver en Aveiro. Un arenal completamente virgen rodeado de un espacio de un vergel de gran valor ecológico en el que es posible penetrar gracias a una red de senderos.

Restaurantes para comer en Aveiro bien y barato

Cualquier recorrido por todo lo que ver en Aveiro que se precie debe reservar un capítulo importante a la gastronomía. La ciudad lusa es una de las mejores para saborear la esencia de la cocina marinera portuguesa. Desde el omnipresente bacalao, pasando los arroces caldosos con marisco, las ‘caldeiradas de enguias’ hasta llegar al pescado fresco a la brasa. Un amplio muestrario de platos de precisa factura a unos precios asequibles. Además Aveiro se ha sabido adaptar a los nuevos tiempos con propuestas gastronómicas más arriesgadas que beben de la cocina tradicional, algunas de las cuales se sitúan en los antiguos almacenes de sal ubicados junto a la ría y el puente de Carcabelos. Vamos repasar algunas de las opciones para comer en Aveiro y poner la rúbrica a una escapada perfecta.

🍽️ Batista do Bacalhau (R. Padre Américo 30, Aveiro). Para llegar a este restaurante hay que coger el coche porque se encuentra a casi cuatro kilómetros al sureste del centro de Aveiro en una zona residencial donde nadie iría sino llega a ser por este formidable descubrimiento gastronómico. En Batista do Bacalhau se come, como su propio nombre indica, bacalao. Pero no cualquier bacalao. El lomo más grandioso y delicioso que hemos probado en nuestras vidas. Y eso que llevamos a las espaldas unos cuantos. Con reserva previa (a pesar de sus grandes salones, siempre se llena), te dan una mesa donde de inicio colocan los buñuelos de bacalao más espectaculares que hemos probado. Nada de producto congelado. Casero cien por cien, con un rebozado jugoso y una generosa cantidad de bacalao. Posteriormente te preguntan si vas a comer bacalao o prefieres carne. Si es lo primero, no hay mil recetas, solo una. No hace falta más. Un lomo ‘premium’ a la brasa, regado con buen aceite de oliva y acompañado de cebolla y patatas. Sin palabras. El precio, muy razonable, ya que en 2025 era de 34 euros la ración para dos. Lo mejor es que está repleto de comensales locales y eso es siempre una garantía.

Bacalao de Batista do Bacalhau
Bacalao de Batista do Bacalhau

🍽️ O Telheiro (Largo da Praça do Peixe 20-21. Aveiro). Un clásico presente en cualquier guía con todo lo que ver en Aveiro. Nosotros lo llevamos visitando desde hace una década y no nos cansamos de saborear su especialidad, el ‘bacalhau com natas’. Servido en su cuenco de barro y gratinado al horno de leña. Está situado en la praça do Peixe y es una tasca tradicional donde el servicio es lento y la atención, en ocasiones, un poco cortante. Pero todo merece la pena para probar especialidades como el mencionado bacalao, el pulpo o los gambones.

Bacalao con nata de O Telheiro
Bacalao con nata de O Telheiro

🍽️ Salponente (Antigo Cais de S. Roque 83. Aveiro). Uno de los restaurantes emergentes para comer en Aveiro que está cautivando a la crítica gastronómica más exigente es Salponente. Algunos incluso aseguran que más pronto que tarde será galardonado con una estrella Michelin. El chef Duarte Eira ha convertido un antiguo almacén de sal ubicado junto a la ría (los tradicionales ‘palhos’ o ‘palheiros’) en un restaurante moderno, acogedor y sofisticado. Le da una vuelta de tuerca a platos tradicionales elaborados con bacalao y a los arroces caldosos con marisco. Posee varios menús degustación (uno de ellos vegano) y una carta muy sugerente. Después de mucho tiempo queriéndolo visitar cenamos allí en 2025 y la experiencia fue fabulosa.

Restaurante Salpoente
Restaurante Salpoente

🍽️ O Batel (Rua do Tenente Rezende 21. Aveiro). Escondido en una callejuela próxima a la plaza del Mercado do Peixe se encuentra este coqueto restaurante que emula el casco de un batel, una de las embarcaciones que se empleaban en el transporte de sal. Con muy pocas mesas y un trato muy cercano y amable, O Batel explota la calidad del producto en recetas tradicionales y muy cuidadas. Doradas y lubinas pescadas a caña a la brasa, lomos de bacalao ‘a lagareiro’ donde cada lasca es un regalo divino y arroces caldosos con marisco abundante.

🍽️ O Legado de Ria (Rua Trindade Coelho 11. Aveiro). Nosotros lo llamamos el ‘restaurante comodín’ para comer en Aveiro. Cuando otros que nos han interesados estaban llenos y no daban mesa hemos acudido a este lugar que destaca por unos precios ajustados a la hora de comer pescado fresco. Recomendamos la lubina a la parrilla y la espetada mixta de calamares y sepia. Restaurante correcto, con una calidad aceptable y un trato adecuado.

🍽️ Clube de Vela de Costa Nova (Av. José Estevão. Playa de Costa Nova). Salimos de Aveiro rumbo a sus playas para hacer una recomendación en Costa Nova. Hablamos de otro clásico al que también hemos acudido siempre que hemos visitado la zona. Poco antes de la pandemia cambió de gerencia y también de filosofía. Mantiene la apuesta por los productos del mar con un mayor peso para el pescado fresco del día al peso. Han retirado de la carta uno de nuestros platos favoritos, el bacalao a brás, pero siguen elaborando unas deliciosas almejas de la ría, por ejemplo. Los arroces caldosos también son una opción muy recomendable. Han subido los precios y modernizaron el local, pero el trato y la ubicación son excepcionales.

Espetada de calamares y gambas de Peixe na Costa
Espetada de calamares y gambas de Peixe na Costa

🍽️ Peixe na Costa (Av. Nossa Sra. da Saúde 73, Costa Nova). Otro restaurante muy marinero y recomendable para comer en la playa de Costa Nova gracias a una cuidada decoración y a una carta con propuestas muy sugerentes y de mucha calidad. Destacan las almejas de la ría  ‘ao bulhão pato’, las gambas al ajillo y los mejillones en salsa verde. Nos gustó mucho el ‘bacalhau à lagariro’ y la espetada de calamares y gambas. También prepara a la perfección los tan típicos arroces caldosos de la costa lusa.

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