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Es uno de los miradores más espectaculares que ver en Miranda do Douro y en todo el parque natural do Douro Internacional. El mirador de Picote, denominado como Fraga do Puio es una atalaya acristalada que literalmente te hace volar sobre el río. Una vista descomunal en un punto donde el Douro forma un esbelto meandro. Te contamos cómo llegar a este mirador y cómo obtener las mejores instantáneas
Miranda do Douro puede presumir de asomarse a una de las vertientes más verticales y escarpadas del cañón del Duero, lo que en España conocemos como las Arribes. Solo el tramo que comparten la localidad salmantina de Aldeadávila de la Ribera y el municipio trasmontano de Mogadouro gozan de un cañón todavía más profundo. Las laderas están totalmente despojadas de vegetación y se presentan absolutamente indomables e inclinadas. Un espectáculo visual tanto si se contempla desde el propio río como si se hace desde algunas de las atalayas que pueblan esta zona. Una de las más espectaculares es el mirador de Picote, denominado oficialmente como Fraga do Puio.
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Cómo llegar al mirador de Picote
El mirador de Picote se encuentra en la freguesia del mismo nombre, perteneciente al municipio de Miranda do Douro. Ambos puntos están separados por 18 kilómetros (20 minutos en coche). Un trayecto cómodo que permite que este mirador sea una de las visitas imprescindibles que completen una jornada en Miranda. También se encuentra relativamente cerca a localidad de Mogadouro (26 minutos en coche). Un viaje que se realiza en su mayor parte por la carretera IC5.
El mirador de la Fraga do Puio de Picote es muy accesible. Es posible llegar con el coche a escasos metros. Eso sí, recomendamos dejar el vehículo al comienzo del pueblo. De hecho, el aparcamiento está prohibido en las inmediaciones del mirador para evitar que se produzcan tapones por la estrechez de las calles. Además, aparcar un poco más lejos brinda la posibilidad de recorrer las calles de una freguesia que conserva una arquitectura tradicional muy interesante.
El mirador de Picote y el incendio que le dio una segunda oportunidad
En agosto del año 2017 un incendio que afectó al parque natural do Douro Internacional alcanzó la freguesia de Picote. El fuego se producía solo dos meses después de aquel que todos recordaremos en Pedrógão Grande y que se cobró dramáticamente la vida de 64 personas. En el caso que nos ocupa, las llamas no produjeron víctimas mortales, pero sí estuvieron a punto de arrasar la pequeña aldea de Picote. El fuego se quedó a escasos metros del núcleo urbano y devastó por completo el antiguo mirador de la Fraga do Puio. Nosotros tuvimos la oportunidad de visitarlo un año antes de ese incendio. Se trataba de una atalaya sencilla con un balcón de madera que se asomaba al cañón del Duero. Sin artificios. Simple y muy sencilla.
Lejos de resignarse a perder el mirador o reconstruirlo tal y como estaba, la Câmara Municipal de Miranda do Douro decidió convertir la desgracia en una oportunidad. Una ocasión para hacer un mirador totalmente diferente y rompedor. El objetivo lo consiguió con creces en 2019. El mirador de Picote es hoy un balcón totalmente acristalado tanto en la base como en los laterales que está literalmente suspendido en el aire. La visión del cañón del Duero es por lo tanto más completa e impactante. No es de extrañar que se haya convertido en una de las atalayas más visitadas de la zona. Su popularidad ha ido en aumento a medida que sus imágenes han ido apareciendo en redes sociales.
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En este punto se aprecia uno de los meandros que forma el río Duero en su tramo internacional. A la izquierda está la presa de Picote, y río abajo nos encontraríamos con la de Bemposta. Justo enfrente, aparece el término de la localidad zamorana de Pinilla de Fermoselle. El paisaje es agreste. Dominado por la roca granítica y el matorral bajo y una ausencia casi total de cultivos como los olivares, viñedos y cítricos que vemos en otros puntos del Duero como desde el mirador de Penedo Durao en Freixo de Espada à Cinta. Una exhibición sin maquillajes ni ornamentos que se formó hace 500 millones de años y hoy nos sigue maravillando.
¿Desde dónde sacar las mejores fotos del mirador de Picote?
Lo habitual cuando acudimos a un mirador es tomar las instantáneas desde el propio balcón. Pero en Picote hay que tener muy presente que la propia estructura ya es digna de fotografiar, por lo que debemos intentar mezclarla con el verdadero protagonista de esta historia, el Duero y su cañón. Para ello una persona debe entrar en el mirador y asomarse en su vértice y el fotógrafo se tiene que colocar con precaución en una de las rocas que hay a la izquierda de la atalaya. De esta forma se obtiene la perspectiva que tenéis a continuación.
Otra buena vista se logra a la derecha del mirador, pero fuera de él. Sobre uno de los afloramientos graníticos que hay en el entorno y que, de una forma más natural, brinda instantáneas de gran belleza con el meandro del río al fondo.
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