Con su imponente castillo del siglo XIII dominando su silueta urbana desde lo alto de un cerro, Portel es una de las localidades más atractivas y desconocidas que ver en el Alentejo. Un encanto que se incrementa en los meses de verano gracias a sus flamantes playas fluviales de Alqueva y Amieira. Ambas se nutren de las aguas del gran mar interior de Portugal. El lago artificial más extenso de Europa. Hablamos del interminable pantano de Alqueva. Hacemos un repaso por todo lo que ver en Portel para seguir enamorándote del Alentejo

Entre las cosas que nos provocan admiración, y también cierta envidia de Portugal, están sus playas fluviales. En todos los rincones del país te encuentras con zonas de baño perfectamente habilitadas donde no falta absolutamente de nada. Zonas verdes, pequeños arenales, duchas, chiringuitos, sombrillas, merenderos… Están mejor habilitadas que muchas piscinas públicas donde debes pagar una entrada para acceder.

Dos de las mejores playas fluviales que hay a lo largo y ancho del país se encuentran en el municipio de Portel, en la región del Alentejo. De hecho una de ellas vivió su puesta de largo hace pocos años, en agosto de 2021. Ambas se nutren de las aguas limpias y tranquilas del pantano de Alqueva. El gran mar interior de Portugal es una inmensa masa de agua que aprovecha el curso del río Guadiana para generar energía eléctrica. El embalse hace de frontera natural entre Portugal y España dejando a su paso pequeñas islas, playas, embarcaderos y rincones paradisiacos. En algunos momentos parece que estuviéramos ante un mar de verdad, eso sí, rodeado de campos de olivos, encinas y alcornocales. Lo que en Portugal se denomina ‘montado’ y en España llamamos dehesa. Ese magnífico ecosistema cincelado por el ser humano y enriquecido por los animales y los cultivos. Por algo Portel es considerada como la ‘capital do montado’.

Cómo llegar a Portel

En coche. Portel es un municipio de algo menos de 3.000 habitantes ubicado en el Alentejo central, el más desconocido para el gran público. Está pegado a la carretera IP2 (itinerario principal) que une las ciudades alentejanas de Évora y Beja. De la primera está a 42 minutos y de la segunda, a 40. Portel está además a un par de horas en coche de Lisboa y aproximadamente el mismo tiempo de Badajoz.

En tren. Portel no cuenta con estación de ferrocarril. Las más cercanas están a media hora, en las localidades de Cuba y Vila Nova de Baronia. En el primer caso hay cinco trenes diarios que unen la estación lisboeta de Oriente con Cuba en unas dos horas. El precio del billete es de unos 14 euros. En Vila Nova de Baronia también hay cinco servicios diarios del tren Intercidades que cubren el recorrido con Lisboa en algo menos de dos horas a 12 euros el billete. Entre estas dos estaciones y Portel podemos tomar un taxi.

Hoteles en Portel

No hay demasiadas opciones para alojarse en Portel, aunque también podemos hacerlo en algunas de las localidades limítrofes. Hay que tener en cuenta que la visita a Portel puede formar parte de un recorrido más amplio por esta vertiente del Alentejo. Matriz Guest House es el alojamiento mejor valorado en el propio Portel. Cuenta con habitaciones nuevas, decoradas con muy buen gusto y perfectamente equipadas. Además existe una zona de cocina compartida para los huéspedes.

Durante nuestra visita a la zona nosotros nos alojamos en el municipio cercano de Cuba, concretamente en el ‘bed and breakfast’ Cuba Real. Se encuentra ubicado en una casa señorial totalmente rehabilitada que además posee una pequeña piscina. Las habitaciones son cómodas aunque un tanto frías en invierno y el desayuno que se sirve en el elegante salón es de calidad.

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Qué ver en Portel con sus playas del pantano de Alqueva

Portel fue una de las sorpresas más gratas que nos brindó nuestra ruta por el Alentejo central. Además del encanto de las casas encaladas que distingue a la mayoría de localidades de esta región, el atractivo de Portel se incrementa por la presencia de un imponente castillo que vigila del casco urbano desde una loma.

El origen de Portel se remonta al siglo XIII gracias a un nombre propio. João Peres de Aboim (João de Portel) asumió el mando de un extenso territorio que hasta entonces pertenecía al municipio de Évora. Él mismo levantó el castillo que le dio lustre. Con la construcción del pantano de Alqueva en 2002, Portel vivió un renacimiento gracias a los réditos económicos que le proporciona y también a su despegue turístico merced a las playas fluviales.

Castillo de Portel

Es sin duda el monumento más importante que ver en Portel. Domina la silueta de la localidad en lo alto de un cerro. Desde sus almenas se tiene una visión casi interminable del entorno adehesado que llega hasta el pantano de Alqueva. João Peres de Aboim fue el artífice de su construcción en el siglo XIII previo permiso del rey Afonso III.

Está compuesto por dos líneas de murallas, el foso exterior y el castillo, de estilo gótico y manuelino y con influencias de la arquitectura militar francesa. Las obras del perímetro amurallado se culminaron durante el reinado de D. Dinis. Su torre del Homenaje tiene 25 metros de altura.

Como suele ocurrir con la mayoría de castillos, fue sometido a reformas en diferentes periodos de la historia. Las más importantes se acometieron cuando fue propiedad de la Casa de Bragança, que levantó en su interior un palacio y una capilla que ahora están en ruinas.

El acceso al castillo es gratuito, alberga un centro de interpretación y además de contemplar su imponente construcción, una de sus principales bazas son las imponentes vistas que hay de Portel y de su entorno.

En el exterior hay un columpio para obtener una bonita instantánea donde se mezcle el paisaje y la silueta del castillo.

NOTA: en 2024 el interior del castillo se encontraba cerrado por motivos de seguridad.

HORARIO

En verano de lunes a domingo de 9:30 a 13:00 y de 15:00 a 18:30 horas.

En invierno de lunes a domingo de 9:00 a 12:30 y de 14:00 a 17:30 horas.

Iglesia Matriz

Bajamos del castillo para adentrarnos en las calles de Portel. Dando la espalda a una espaciosa zona verde se encuentra la iglesia Matriz. Posee una sencilla fachada encalada con dos torres. Data del siglo XVIII y sustituyó a una anterior parroquia medieval emplazada en el recinto amurallado. En su interior destacan algunos lienzos de la artista contemporánea Maria Toscano Rico.

Escultura de Nuno Álvares Pereira

A los pies de la vertiente norte del castillo se localiza la plaza de Nuno Álvares Pereira, presidida por una llamativa escultura ecuestre del considerado estratega militar más importante de la historia de Portugal por su papel crucial en el conflicto sucesorio entre Juan I de Portugal y la corona de Castilla. Sus posesiones se extendieron a lo largo y ancho del territorio luso. Tras quedarse viudo se hizo carmelita y finalmente fue canonizado, convirtiéndose en San Nuno de Santa María. Como curiosidad cabe destacar que frente al monasterio de Batalha también hay otra escultura ecuestre de este personaje.

En la plaza de Nuno Álvares Pereira también se encuentra la iglesia da Misericórdia de Portel.

São Bartolomeu do Outeiro

En la carretera que une Vianal do Alentejo con Portel conviene desviarse a la pequeña aldea de São Bartolomeu do Outeiro. Este pequeñísimo pueblo blanco inmaculado ofrece unas vistas formidables de la inmensidad del paisaje alentejano. Un lugar para pararse y disfrutar con calma de las panorámicas.

Además de las vistas, São Bartolomeu do Outeiro también merece un pequeño paseo entre sus callejuelas y contemplar la ciudad en miniatura que ha hecho un vecino del pueblo en la fachada de su casa y donde no falta ni un detalle.

Museo do Medronho

Ponemos rumbo desde Portel al pantano de Alqueva en busca de sus playas fluviales. Pero antes os recomendamos realizar una parada en el museo do Medronho, ubicado al pie de la carretera N255. Este moderno espacio dedicado al madroño, especie muy común en la dehesa alentejana, cuenta con una tienda, una sala de destilación, una exposición sobre cómo se transforma su fruto y finalmente un mostrador de catas.

HORARIO

De miércoles a domingo de 10:00 a 13:00 y de 14:00 a 19:00 horas.

ENTRADA

2 euros.

Playa fluvial de Alqueva

El pantano de Alqueva ocupa una superficie de 250 metros cuadrados, la inmensa mayoría en Portugal, y forma una serie de brazos propicios para la presencia de playas fluviales gracias a la calidad de sus aguas. En la aldea que le dio nombre a la presa, perteneciente al municipio de Portel, está una de ellas. Se encuentra a veinte minutos en coche del casco urbano de la localidad y posee toda clase de servicios: socorrista, duchas, vestuarios, sombrillas, baños, instalaciones para personas con movilidad reducida, actividades acuáticas, bar…

Cuenta con una gran superficie de arena y otra zona de césped. Y todo ello rodeado de inmensos campos de olivos que nos recuerdan que no estamos en el mar, sino tierra adentro.

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Playa fluvial de Amieira

La segunda playa fluvial que ver en Portel está en aldea de Amieira. A pocos metros de su núcleo urbano se encuentra esta zona de baño que es una de las más populares del Alentejo. Posee una superficie de 600 metros de arena y también otra zona de césped con toda clase de servicios. Cuenta asimismo con un área de estacionamiento para autocaravanas y merendero. Al igual que su hermana, la playa de Alqueva, también se pueden realizar actividades acuáticas tales como paseos en kayak o embarcaciones con pedales, ‘paddle surf’, etc.

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¿Dónde comer en Portel?

La gastronomía alentejana es uno de los platos fuertes de una ruta por esta región portuguesa. Portel es un buen lugar para saborearla en un restaurante que nos dejó un extraordinario sabor de boca.

🍽️ Restaurante O Chafariz (Largo do Chafariz 4, Portel). Restaurante tradicional ubicado junto a la iglesia Matriz de Portel. Cuenta con una carta de una única página donde suele haber dos o tres platos del día que van cambiando y otra serie de opciones fijas. La mayoría de ellas no superan los diez euros, un precio irrisorio teniendo en cuenta la cantidad y la calidad de los productos. Nosotros nos decantamos por un ‘bacalhau à casa’, frito y bajo un manto de jugosa cebolla pochada y unas patatas fritas sobresalientes. También probamos los ‘secretos de porco preto’. No hay que olvidar que el Alentejo es un buen lugar para probar la carne de cerdo ibérico. Estaban hechos a la brasa. Muy tiernos y sabrosos. También acompañados de patatas fritas caseras y arroz. El trato, inmejorable. Precio medio por persona: 16 euros.