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La Cidade Falcão (Ciudad del Halcón) propone un viaje en el tiempo mientras caminamos por sus murallas, subimos a las torres que quedan en pie del castillo y nos perdemos entre iglesias y cañas señoriales. Pinhel es uno de esos flamantes y esplendorosos legados fronterizos. Aunque no forme parte de la red de Aldeias Históricas de Portugal, su cuidado casco histórico merece una visita en la que también podemos aprovechar para descubrir su gastronomía y catar algunos de los vinos más sorprendentes que se elaboran actualmente en el país


Las dos poderosas torres que quedan en pie de un castillo que llegó a tener seis dominan la silueta de Pinhel. Esta localidad fronteriza conocida como la Cidade Falcão (Ciudad del Halcón), suele pasar más desapercibida al no estar integrada dentro de la red de Aldeias Históricas de Portugal. Eso no impide que goce de un atractivo singular gracias a un casco histórico de origen medieval donde destaca la gran cantidad de edificios señoriales que aparecen en cada esquina. La adaptación de sus murallas para caminar sobre ellas y una señalización turística envidiable, colocan a Pinhel como una visita con muchos alicientes en la Región Centro. Por si fuera poco, destaca por una variada oferta gastronómica y una arraigada cultura vinícola. En esta guía hacemos un repaso por todo lo que ver en Pinhel en una visita de un día que también nos llevará a otros puntos de su municipio.

Una de las puertas de la muralla de Pinhel
Una de las puertas de la muralla de Pinhel

Cómo llegar a Pinhel

En coche. Pinhel se encuentra a 37 minutos en coche de la frontera hispanolusa de Vilar Formoso y Fuentes de Oñoro. Desde Salamanca tenemos una hora y cincuenta minutos de viaje, por lo que Pinhel es una escapada ideal de fin de semana desde la capital charra. Para ello hay que tomar la autovía A-62 y un pequeño tramo de la A25 lusa para coger la salida número 32 (Pinhel y Sabugal) para llegar a nuestro destino por la N324. Desde Oporto también hay dos horas y veinte minutos en coche en un trayecto también muy cómodo.

En tren. Pinhel tiene un apeadero ubicado a 18 kilómetros del centro de la localidad (Pinhel Gare) sin apenas actividad. Por este motivo, para llegar en tren desde Oporto o Lisboa es necesario usar la estación de Guarda (a 28 kilómetros) o la de Vila Franca das Naves (a 20 kilómetros). En ambas existen taxis que llevarán al viajero hasta Pinhel. Entre Oporto y Guarda hay varios servicios diarios con una duración del trayecto de entre 4:50 horas y 5:30 horas y un precio de entre 17 y 21 euros. Por su parte, entre Oporto y Vila Franca das Naves hay también varias conexiones con una duración de entre 4:30 horas y 5 horas y un precio de entre 15 y 20 euros.

¿Dónde alojarse en Pinhel?

Visitar Pinhel es una buena excusa para descubrir algunos de los fantásticos alojamientos rurales que hay en Portugal y más concretamente en la Región Centro. El país vecino lleva años trabajando muy bien este tipo de turismo. Actualmente nos encontramos cinco modalidades de alojamientos en el medo rural: alojamientos de turismo rural al uso; casas de campo; turismo de aldeia (casas rústicas recuperadas en las aldeas más pequeñas); agroturismo (integrado en una explotación agrícola y ganadera) y el turismo de habitaçao (el más elitista, pero a la vez tradicional al estar formado normalmente por casas solariegas). Como veis hay opciones para todos los gustos que tienen un denominador común: la apuesta por el medio rural gracias a un modelo sostenible y que respalda el empleo y los productos locales.

Aldea de Juízo
Aldea de Juízo

Precisamente en Pinhel descubrimos uno de los alojamientos que mejor sabor de boca nos ha dejado en nuestros años viajando por el mundo. No solo por su comodidad, elegancia y cuidado de los detalles. También por lo que está significando para una pequeña aldea casi olvidada del municipio de Pinhel. Hablamos de las Casas de Juízo. Jose, su propietario, tiene el mérito de haber convertido a la aldea de Juízo en una especie de Ave Fénix. Las casas abandonadas construidas con grandes bloques de granito están teniendo una segunda oportunidad gracias a una iniciativa que se engloba dentro de la modalidad de turismo de aldeia.

Exterior de las Casas do Juízo
Exterior de las Casas do Juízo

Las Casas do Juízo están formadas por ocho viviendas convertidas en habitaciones de diferentes tamaños destinadas tanto a familias como a parejas. La nuestra se ubicaba en un antiguo lagar donde todavía se podían apreciar elementos originales totalmente restaurados. Jose ha hecho un trabajo ímprobo para respetar la esencia de cada casa, pero sin sacrificar por ello la comodidad. El resultado no puede ser más acertado. Además el trato de su propietario y sus empleados, André y Daniela, es formidable. Gracias al acicate de las Casas do Juízo, otros vecinos están recuperando sus casas respetando la arquitectura tradicional, lo que ha transformado a Juízo en una aldea casi de cuento.

Nuestra habitación en las Casas do Juízo
Nuestra habitación en las Casas do Juízo

Las Casas do Juízo cuentan con su propio restaurante, la Taberna do Juiz, donde se sirven los desayunos y se preparan comidas y cenas por encargo. El alojamiento está a solo 16 kilómetros de Pinhel y para nosotros es la mejor opción tanto para conocer esta localidad como todo su municipio.

Qué ver en Pinhel. Los imprescindibles

En 1385 portugueses y castellanos se enfrentaron en Pinhel en una batalla bautizada como del Halcón. La contienda cayó para el lado luso y, como botín de guerra, le arrebataron al rey castellano Juan I un halcón que usaba de mascota. Desde entonces Pinhel incluyó esta rapaz en su escudo y se la empezó a conocer como la Ciudad del Halcón. Esta batalla y otras que tuvieron lugar por estas tierras dan una idea de la importancia estratégica de Pinhel. Una ciudad que gozó del beneplácito y del respeto de los reyes portugueses y que incluso llegó a tener diócesis propia en el siglo XVIII. Hoy algunos de esos recuerdos de un pasado esplendoroso se pueden recorrer gracias a una agradable visita repleta de alicientes.

Castelo de Pinhel

Comenzó a levantarse en el siglo XII por orden del rey Sancho I y, un siglo más tarde, Dinis I lo reconstruyó con seis torres. Hoy solo se mantienen en pie dos de ellas que se elevan en la zona más alta de la localidad. Concretamente donde está el origen de Pinhel merced a un castro prerromano. Ambas se visitan de forma independiente y gratuitamente de la mano de un guía que se encuentra en la oficina próxima. La torre más cercana a esa oficina (que por cierto rompe un poco con la estética de la zona) es la sur, la más antigua. La torre norte, la del homenaje, tiene el atractivo de contar con una ventana manuelina decorada con leños entrelazados y animales salvajes como leones y elefantes.

Torres del Castelo de Pinhel Portugal
Torres del Castelo de Pinhel

Desde lo alto de ambas se goza de unas privilegiadas vistas del entorno de Pinhel con olivos y viñedos marcando un paisaje donde incluso se alcanza a ver la ribera del cercano río Coa.

Vista de la torre sur del Castelo de Pinhel desde la torre norte
Vista de la torre sur del Castelo de Pinhel desde la torre norte

Muralla gótica

El trabajo de recuperación del patrimonio y promoción turística de Pinhel se refleja en la reciente rehabilitación de su muralla gótica. Gracias a una serie de escaleras y pasarelas, el visitante puede caminar por esos muros que se levantaron entre los siglos XIII y XIV. En total, 900 metros de perímetro que protegían el castillo y contaban con seis puertas, de las que se conservan cinco. La de Vila fue demolida a finales del siglo XIX y hoy podemos seguir contemplando las de Santiago, São João, Marrocos, Alvacar y Marialva.

Sobre la muralla de Pinhel Portugal
Sobre la muralla de Pinhel

Torre do Relógio

Muy cerca del Castelo y pegado a la muralla, se erige esta torre que es uno de los monumentos más reconocibles que ver en Pinhel. También conocida como Torre do Galo, se levanta sobre una construcción medieval que sufrió una transformación total en el siglo XIX. Un proceso similar al que podemos ver en otras localidades de Portugal donde antiguos torreones se sacralizaban convirtiéndose en campanarios o torres del reloj. Es de arquitectura neoclásica y coronamiento piramidal.

Torre do Relógio Pinhel Portugal
Torre do Relógio

Igreja de São Luís

Al principio de este post apuntamos que Pinhel llegó a tener diócesis propia. Toda diócesis está ligada a una catedral y en este caso fue la actual igreja de São Luís. En sus orígenes formó parte del desparecido convento de las Clarisas. La capilla mayor está decorada con azulejos policromados y destaca la talla dorada del altar mayor. Actualmente es el templo principal de la localidad.

Igreja de São Luís
Igreja de São Luís

Igreja da Misericórdia

Pinhel llegó a contar con tres iglesias dentro de la muralla y seis extramuros. Esto hace que en apenas unos metros nos encontremos con la igreja de São Luís y da Misericórdia. Esta última es del siglo XVI y destaca por la portada manuelina de su fachada principal. En el interior, sobresalen los paneles dorados y las pinturas que decoran la capilla mayor.

Igreja da Misericórdia
Igreja da Misericórdia

Casas señoriales

Blasones, escudos de armas, elegantes ventanales, fachadas armoniosas… Pinhel es un compendio de casas señoriales y solariegas casi único en Portugal. En lo que no hay duda es que esta localidad tiene el mayor número de construcciones de este tipo por metro cuadrado de todo el país y prácticamente de Europa. La mayor parte de ellas se mantienen en un buen estado, aunque son muy pocas las que se pueden visitar.

Posto de Turismo, antiguos Paços do Concelho Pinhel Portugal
Posto de Turismo, antiguos Paços do Concelho

Comenzamos este suntuoso recorrido por el palacio que acoge la oficina de turismo de Pinhel y donde nos darán cumplida información de todos sus atractivos e incluso podremos comprar productos de la zona. Se trata del antiguo edificio barroco de los Paços do Concelho (siglo XVIII) en cuya planta baja se situaba la cárcel.

Solar Mena Falçao Pinhel Portugal
Solar Mena Falçao

La casa de la familia Mena Falcão, actual sede de la Câmara Municipal (Ayuntamiento) tiene el honor de haber hospedado a Catalina de Bragança, esposa del rey Carlos II de Inglaterra, durante su regreso a Portugal en 1693.

Uno de los palacetes más imponentes de Pinhel es la casa Metello de Nápoles, que además cuenta con una capilla adosada. Es del siglo XVII.

Casa de los Mendes Pereria Pinhel Portugal
Casa de los Mendes Pereria
Casa Grande o casa de los Condes de Pinhel
Casa Grande o casa de los Condes de Pinhel

Del siglo XVIII es la casa de los Mendes Pereria en la que destacan las siete ventanas de guillotina con marcos de estilo barroco. Seguimos en el siglo XVIII porque de ese periodo data la Casa Grande o casa de los Condes de Pinhel. Su estado de conservación es más deficiente que el resto. Fue sede del Ayuntamiento hasta 2005 y desde entonces no se le ha encontrado uso. Llaman la atención las balconeras del primer piso asentadas sobre repisas decoradas con rosetas. Durante la invasión napoleónica sirvió como cuartel general de las tropas francesas.

Casa da Cultura

Una localidad con la historia y el legado artístico de Pinhel tenía que contar con un museo a su altura. Se trata de la Casa da Cultura, enclavada en el antiguo palacio episcopal, un edificio de influencia barroca del siglo XVIII. Este espacio museístico totalmente rehabilitado se divide en dos partes. Por un lado, el Museu Municipal ocupa el sótano y la planta baja. En él podemos ver numerosos objetos que recorren la historia de Pinhel desde la prehistoria a la actualidad.

Casa da Cultura Pinhel Portugal
Casa da Cultura
Museu Municipal de Pinhel Portugal
Museu Municipal de Pinhel

En el primer piso se encuentra el Museu José Manuel Soares, dedicado a uno de los mejores artistas portugueses del siglo XX. No conocíamos su obra y nos sorprendió gratamente. Las pinturas de Soares tienen como hilo conductor pasajes históricos de Portugal, además de monumentos y paisajes del país vecino. Destaca por su armonía de colores y el realismo que impregna. La entrada a la Casa da Cultura es gratuita y el horario es de martes a domingo de 10:00 a 12:00 horas y de 14:00 a 18:00 horas.

La batalla de Aljubarrota, por José Manuel Soares
La batalla de Aljubarrota, por José Manuel Soares

Cidadelhe

Dentro del municipio de Pinhel hay una visita imprescindible que no podemos dejar pasar. Se trata de la pequeña aldea de Cidadelhe, el talón de Portugal como la definió José Saramago en su obra “Viaje a Portugal”. Gracias a esta mención, Cidadelhe comenzó a ser conocida, especialmente por guardar una de las joyas artísticas del país vecino. Un palio del siglo XVIII que sus vecinos ocultaron durante décadas con sumo celo. Actualmente se puede contemplar bajo cita previa en un horrendo edificio de hormigón llamado Casa Forte que rompe con la arquitectura de granito de la aldea.

Cidadelhe
Cidadelhe
Igreja de Santo Amaro de Cidadelhe
Igreja de Santo Amaro de Cidadelhe

Además de pasear por sus calles empedradas y casas bajas que parecen de cuento, merece la pena entrar en la igreja de Santo Amaro y contemplar las pinturas que decoran la cubierta de la nave.

Visitas que hacer desde Pinhel

Pinhel tiene una ubicación idónea para visitar desde allí otras bellas localidades fronterizas de la Región Centro de Portugal. A 30 kilómetros se encuentra la villa amurallada de Almeida, integrada dentro de las Aldeias Históricas de Portugal. A una distancia similar, pero en dirección opuesta, está Marialva, pueblo medieval también de esta misma red. A 26 kilómetros está Figueira de Castelo Rodrigo, cuyo municipio tiene también numerosos alicientes como te contamos en esta guía. Y por último a 32 y 37 kilómetros, respectivamente, están la Aldeias Históricas de Castelo Mendo y Trancoso.

Comer en Pinhel

El bacalao, los embutidos, los platos de caza, las carnes de ternera y cerdo y, por supuesto, el vino y el buen aceite de oliva brillan con luz propia en gastronomía de Pinhel. En esta localidad hemos encontrado uno de nuestros restaurantes favoritos de ‘la Raya’. Además, los domingos junto a la igreja de São Luís se suelen instalar puestos de artesanos locales que venden pan, dulces, aceite, miel o almendras.

En el restaurante Entre Portas con una copa de vino tinto de Pinel
En el restaurante Entre Portas con una copa de vino tinto de Pinel
  • Restaurante Entre Portas (Largo Ministro Duarte Pacheco, 13. Pinhel). ‘La Raya’ es prolífica en restaurantes y tascas donde comer bien a precios ajustados y con un trato formidable. Pero si tenemos que elegir solo uno, nos decantaríamos por Entre Portas. Son dos las ocasiones que hemos comido en este restaurante de Pinhel y la experiencia no ha podido ser más grata. Francisco Santos, su dueño, ha logrado alcanzar un punto medio muy certero en la gastronomía lusa. Sin olvidar el recetario tradicional y la apuesta por las raciones abundantes, da una pequeña vuelta de tuerca con presentaciones más sofisticadas y pinceladas de cocina más vanguardista. Todo ello en un moderno local de dos plantas con una decoración sencilla, pero moderna y muy cuidada y un buen gusto indudable. Francisco apuesta sin complejos por la calidad del producto y todo ello a precios muy razonables. Desde la deliciosa crema de calabaza, naranja y morcilla de Pinhel que puede servir de entrante, hasta platos principales como el bacalao a lagareiro o la jugosa y tierna posta de vitela (entrecot de ternera) acompañada de grelos y patatas al horno. Todo ello regado con los excelentes vinos de la cooperativa de Pinhel y con postres muy elaborados e interesantes. Precio medio por persona: 25 euros.
Posta de Vitela de Entre Portas
Posta de Vitela de Entre Portas
Bacalao a lagareiro de Entre Portas
Bacalao a lagareiro de Entre Portas

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