Es el municipio más pequeño del Alto Douro Vinhateiro, ese paisaje cautivador de viñedos en bancales en el valle del Duero declarado Patrimonio de la Humanidad. A pesar de su reducido tamaño, Mesão Frio cuenta con algunos de los mejores miradores del Douro, playas fluviales, bonitas capillas e iglesias y una excelente gastronomía. Y lo mejor, es que todo ello lo visitamos desde un alojamiento con uno de los entornos más deliciosos que alguien se podría imaginar. ¡Acompáñanos!

Las mejores esencias van en frascos pequeños. Eso le pasa a Mesão Frio. El municipio más pequeño del Alto Douro Vinhateiro ha sido otra de las gratas sorpresas que nos hemos llevado en esta región a la que siempre nos gusta regresar. Lo hicimos además en primavera, cuando los viñedos en bancales lucen radiantes y vestidos con sus inconfundibles hojas. Si las lluvias han acompañado, el valle del Duero saca músculo y demuestra lo fértil que puede llegar a ser. Olivos, naranjos, limoneros, cerezos… y, por supuesto, las vides. Casi todo tiene cabida en las riberas de ese río que ya no separa dos países como kilómetros atrás, sino que Portugal lo goza en exclusiva para sacarle el máximo rendimiento posible. Un paisaje esculpido por la mano del hombre a base de mucho trabajo y dedicación que tiene bien merecida la declaración de Patrimonio de la Humanidad desde el año 2001.

Mesão Frio es además un viaje a la esencia del Douro. Mientras circulamos por las carreteras que serpentean por las terrazas de viñedos nos encontramos con aldeas que parecen detenidas en el tiempo y que conviven con las lujosas quintas, algunas convertidas en alojamientos, que indican la pujanza turística de esta región.

A pesar de su carácter discreto, Mesão Frio es uno de los municipios más antiguos de la región (1152) y alberga atractivos miradores, valiosas capillas e iglesias, dos interesantes playas fluviales y una excelente gastronomía.

Cómo llegar a Mesão Frio

En coche. Mesão Frio se encuentra a poco más de una hora en coche de Oporto, por lo que puede ser una perfecta excursión de un día desde la ciudad del Douro. Aunque no pasa ninguna autovía por el municipio, está relativamente cerca de la A4 en Amarante (media hora) y de la A24 en Regua (20 minutos). La capitales españolas más próxima son Ourense (2 horas) y Zamora y Salamanca (3 horas aproximadamente).

En tren. Como no podía ser de otra manera, por el municipio de Mesão Frio pasa la ‘Linha do Douro’, uno de los ferrocarriles más bellos de Europa al transitar entre Pocinho y Oporto en paralelo al curso del río. La estación de Rede, a ocho minutos del centro de Mesão Frio, es una de las paradas que hace este convoy muy lento, pero disfrutón. Desde esta estación a Oporto hay un viaje de una hora y media a un precio de unos diez euros el billete.

Vila Marim Country Houses, un alojamiento idílico en el Douro

La magia de visitar el Douro Vinhateiro no solo está en sus miradores, carreteras panorámicas y preciosas quintas. También se encuentra en alojarse en un lugar que se adentre en ese paisaje Patrimonio de la Humanidad empapándose de su radiante belleza. Eso sucede en Vila Marim Country Houses, un complejo de villas propiedad de Pacheca Group ubicado en la aldea de Vila Marim, a nuevo minutos del centro de Mesão Frio.

Su atractivo diseño ha conseguido mimetizar las villas con los viñedos en bancales, creando un escenario idílico ideal para la absoluta desconexión. Se trata de plataformas que emergen entre las vides respetando al máximo el entorno y reduciendo el impacto visual. Nosotros pernoctamos en una de las villas familiares donde se pueden alojar hasta cuatro personas, pero además posee estudios con una cama doble, estudios dúplex con dos camas dobles y suites.

Nos gustó mucho la zona de la piscina, muy coqueta y aprovechando también las vistas de los viñedos. Cuenta con un desayuno muy completo con productos de calidad y de cercanía, servido en un pequeño comedor con otra terraza de panorámicas inolvidables.

Vila Marim Country Houses propone una experiencia inmersiva en el Douro más auténtico a un precio razonable y en una ubicación estratégica para descubrir desde allí lo muy y bueno que ver en Mesão Frio y sus alrededores.

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Qué ver en el Douro Vinhateiro en Mesão Frio y sus alrededores

El pequeño municipio de Mesão Frio tiene suficientes atractivos para configurar un fin de semana muy completo en el Douro Vinhateiro portugués. Debido a su cercanía, resulta un pecado no hacer parada en Peso da Regua e incluso desplazarse hasta la monumental Lamego y su santuario de los Remedios con los casi 700 escalones que llegan hasta él.

Casco histórico de Mesão Frio

La zona histórica de Mesão Frio merece un pequeño paseo para descubrir algunas sorpresas patrimoniales que nos esperan en un entramado de calles muy cuidado y agradable. Ya que comimos en el restaurante Convívio (del que luego hablaremos) iniciamos el recorrido por ‘pelourinho’ o picota que se remonta  la época romana. Junto a él se levanta el auditorio municipal que tiene un pequeño mirador con vistas al Douro.

Si avanzamos por la Rua do Balcão (llamada así porque en uno de sus lados se encuentra más elevada) aparece una de las casas señoriales que engrandecen el casco antiguo de Mesão Frio, en este caso la de los Soares de Albergaria. Justo detrás hay un aparcamiento gratuito donde podremos dejar el vehículo sin problemas.

Si callejeamos un poco alcanzamos los restos de la torre de la desaparecida iglesia de Santa Cristina a la que se puede subir por unas estrechas escaleras para contemplar una vista muy completa de Mesão Frio y su entorno. Llegamos cuando la puerta estaba ya cerrada, pero el lugareño que vive justo enfrente nos la abrió amablemente.

Esta iglesia fue destruida durante la invasión napoleónica, por lo que se levantó un nuevo templo consagrado a Santa Cristina junto al claustro del convento dos Franciscanos de Varatojo, actual sede del Ayuntamiento y que cuando lo visitamos acogía una animada fiesta con el vino (¡cómo no!) como protagonista.

Justo enfrente del convento se extiende el Jardim de Mesão Frio, una esmerada zona verde que concluye en la minúscula capela de Santa Antonio, desde donde también se visualiza la torre de la iglesia de São Nicolau, de origen románico, pero restaurada casi al completo en el siglo XVIII.

Mirador do Imaginário

El entorno de Mesão Frio está plagado de miradores en los que divisar el discurrir del Douro y el anfiteatro formado por los cultivos de viñedos en bancales. No es algo exclusivo de este municipio, ya que el Douro Vinhateiro tiene una interminable lista de atalayas a cuál más impresionante.

El mirador do Imaginário es el más próximo al casco urbano de Mesão Frio y, al mismo tiempo, el más notable de todo el municipio. Se trata de un balcón metálico emplazado a 145 metros de altitud donde se aprecia la belleza del paisaje vinatero, que en primavera luce un verde intenso cas hipnótico.

Mirador de Barqueiros

No es un mirador como tal, sino una zona de merenderos pegada a la carretera desde donde se aprecia otra bonita panorámica del Douro que adquiere mayor atractivo gracias a la presencia de la casa da Vista Alegre, un bonito palacete de color granate que preside una de las quintas. Junto al mirador hay unos baños públicos, cuidados a la perfección como todos los que hay en Portugal.

Mirador de Frende

Justo en el límite de los distritos de Oporto y Vila Real se encuentra este pequeño mirador ubicado junto a la carretera. No está en el municipio de Mesão Frio, sino en el de Baião, pero está muy próximo a la ‘frontera’ entre ambos ‘concelhos’.  Una vez más la pista es apabullante y los viñedos marcan un paisaje donde a pie de rio podemos visualizar la playa fluvial de Porto de Rei y su muelle.

Mirador de São Silvestre

Tomando una estrecha carretera que sale junto al mirador de Barqueiros, ascendemos todavía más para alcanzar otra atalaya privilegiada, la de São Silvestre. Se localiza junto a la capilla del mismo nombre, en la cima de una colina que también posee uno de los innumerables columpios que hay en la geografía lusa. Muy recomendable vivir desde aquí el amanecer.

Mirador de Donsumil

Muy cerca de nuestro alojamiento de Vila Marim Country Houses se encuentra este pequeño mirador a los pies de una gran cruz. Nos encantaron sus vistas, pero al mismo tiempo nos dieron mucha envidia sana los moradores de todas las viviendas que hay a su alrededor y que gozan de las mismas panorámicas. Despertarse por la mañana con semejante postal hace olvidar cualquier pena.

Mirador Senhora da Piedade

Al noreste del municipio Mesão Frio se encuentra la apacible aldea de Oliveira, cómo no rodeada también de campos de viñedos. Porque estos cultivos no solo pueblan las laderas del Douro, sino todos los valles formados a su alrededor. En Oliveira además de su coqueta iglesia y algunas bonitas quintas hay que detenerse en su mirador Senhora da Piedade. Precisamente la torre de su templo configura una fotografía de excepción elevándose entre las vides.

Centro interpretativo do barco rabelo

Muy cerca de la playa fluvial de Rede de la que ahora hablaremos se ubica este museo en el que podemos profundizar más en la historia de los barcos que transportaban las barricas de vino del Douro Vinhateiro hasta las bodegas de Oporto y Gaia. Se pueden ver diferentes vídeos con imágenes de aquellos años, maquetas de los rabelos con información sobre sus características y construcción, además de productos artesanos de la región.

Playa fluvial de Rede

Junto a la estación de ferrocarril de Red encontramos una de las dos playas fluviales del municipio de Mesão Frio y la única ubicada en el Douro. Posee una amplia zona verde, un merendero, un muelle, un bar y un amplio aparcamiento. Está permitida la acampada y la única pega es que los meses de verano las temperaturas a pie de río suben extraordinariamente.

Playa fluvial del río Teixeira

Los que quieren una alternativa más fresca al Douro y además junto al casco urbano de Mesão Frio, tienen en la playa fluvial del río Teixeira una opción muy apetecible. Nos encantó esta zona de baño perfectamente cuidada y con una gran superficie verde repleta de sombras. El frescor que desprende la vegetación y el discurrir del agua del río, es todo un bálsamo cuando suben las temperaturas. Las aguas del Teixeira son absolutamente cristalinas y además de una zona de merenderos, cuenta con un bar ubicado en un antiguo molino.

Senderismo en Mesão Frio

El municipio de Mesão Frio cuenta con una única ruta de senderismo señalizada que es la del Pico da Vila (PR1), de 12 kilómetros circulares  dificultad moderada. Transita por caminos que se adentran en los viñedos y alcanza, entre otros puntos, el mirador de São Silvestre antes de bajar a pie de río.

Reseñar también que Mesão Frio es meta y salida de dos de las etapas del Camino de Torres. Se trata del itinerario que hizo Diego de Torres Villarroel para llegar a Santiago desde Salamanca adentrándose en Portugal. La etapa 11 se inicia en Lamego y concluye en Mesão Frio y la 12 arranca en Mesão Frio y finaliza en Amarante.

Régua y Lamego, dos visitas imprescindibles cerca de Mesão Frio

Mesão Frio es un excelente centro de operaciones para recorrer desde allí otros puntos del Douro Vinhateiro. Régua está a tan solo quince minutos en coche y está considerada la capital de la región. Tiene diversos atractivos como el Museu do Douro, la ecopista da Ribeirinha junto al río y el mirador de São Leonardo de Galafura.

ℹ️ Consulta nuestra guía con todo lo que ver en Régua

A media hora de Mesão Frio y de regreso a Salamanca hicimos parada en Lamego, una de las ciudades más bellas de Portugal, especialmente por su imponente santuario de Nossa Sra. dos Remédios. Recuerda al Bom Jesus do Monte de Braga por la escalinata de casi 700 escalones que le precede y que comunica el caso urbano de Lamego con el templo. En la zona histórica destacan las visitas a su Catedral, el Castillo y el Museu de Lamego.

Entre Lamego y Regua, el Grupo Pacheca, propietario de Vila Marim Country House tiene otro hotel, la Quinta da Pacheca.

¿Dónde comer en Mesão Frio?

La gastronomía del Douro Vinhateiro es otra de las razones para visitar esta región. Las carnes de ternera o cabrito, las mil forma de preparar el bacalao, los pescados de río y las sopas o cremas de verduras reinan en la mesa regadas, por supuesto, con los formidables vinos de la zona. Nosotros nos llevamos unas botellas de Claustrus, uno de los caldos que producen en la cooperativa de Mesão Frio.

🍽️ Restaurante Convívio (R. Gen. Alves Pedrosa 13, Mesão Frio). Bullicioso y animado restaurante ubicado en el centro de la localidad. Tiene mucha rotación por lo que no será necesario esperar demasiado para encontrar una mesa. Y lo mejor de todo es que su clientela está dominada por locales, un síntoma inequívoco de la calidad de una tasca portuguesa. Carecen de carta, por lo que te cantan los platos del día que en nuestro caso era ternera al horno (`vitela no forno’) y ‘rojões’, una receta típica del norte de Portugal que se elabora con pedazos de carne de cerdo magro fritos acompañados de verdura y patatas. Estaba todo delicioso y a un precio muy ajustado. El trato fue bueno y aún más la cercanía y amabilidad del resto de comensales. Tienen trona para niños.