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Encaramada en la cima de una colina, Guarda tiene el honor de ser la ciudad más alta de Portugal con sus 1.056 metros sobre el nivel del mar. Hay que subir, subir y subir para alcanzar su cuidado y medieval casco histórico donde destaca su judería, un buen puñado de casas señoriales y, sobre todo, la Sé (catedral), que más bien parece una fortaleza. Hacemos un repaso por todo lo que ver en Guarda para que te dejes sorprender por esta joya desconocida
Si algo define a Guarda es la resistencia. Resistencia ante las amenazas de árabes primero y españoles, después, para conquistarla. Resistencia para sobrevivir como ciudad cuando ya no hubo fronteras calientes ni intimidaciones enemigas. Resistencia para mantenerse activa tras la decadencia de las industrias textil y automovilística que se asentaron allí. Y resistencia al larguísimo y frío invierno que hace que una buena parte de él esté cubierta por una densa niebla. Pero Guarda es así, vigorosa y sólida. La ciudad de las cinco efes: ‘forte’ (fuerte), ‘farta’ (rica), ‘fria’ (fría), ‘fiel’ (fiel) y ‘formosa’ (hermosa).
Por su cercanía con Salamanca (poco más de una hora y media) son varias las ocasiones que la hemos visitado, por eso hemos elaborado esta guía con todo lo que ver en Guarda para descubriros una ciudad modesta y desconocida, pero con mucho que ofrecer.
Cómo llegar a Guarda
En coche. Guarda se encuentra a solo media hora de la frontera española de la localidad salmantina de Fuentes de Oñoro. Está pegada al punto en el que la autovía A25 se desdobla para dirigirse hacia Aveiro y Oporto (A25) y hacia el sur en dirección Lisboa (A23). Como hemos comentado está a poco más de una hora y media de Salamanca y a algo más de dos horas de Oporto y a tres horas de Lisboa.
En tren. La ciudad de Guarda cuenta con una moderna estación de ferrocarril, situada cuatro kilómetros al este del casco histórico. Ofrece tres servicios directos del tren Intercidades con Lisboa Oriente en poco más de 4 horas por alrededor de 20 euros. Con Oporto no hay trenes directos y hay que hacer trasbordo en la estación de Coímbra B. Lo paradójico es que se tarda lo mismo que a Lisboa. El precio del billete también ronda los 20 euros. Entre la estación y el centro de la ciudad se puede tomar un taxi por unos 6 euros o esperar a un autobús urbano.
En autobús. La estación de autobuses de Guarda (Terminal Rodoviario) está al sur del casco histórico (R. António Sérgio) y cuenta con servicios diarios a ciudades como Coímbra, Lisboa y Oporto con la empresa Rede Expressos. Es más rápido usar el bus que el tren para ir a Oporto porque el viaje es de solo 3 horas.
¿Dónde alojarse en Guarda?
Guarda es una ciudad que ha mejorado su oferta hotelera en los últimos años con la apertura del hotel Versatile de cuatro estrellas. Además de unas habitaciones muy modernas y confortables, en el piso superior tiene un restaurante con excelentes vistas. También en un escalón similar está el hotel Lusitania Congress & Spa, bastante más alejado del centro, pero con piscinas exteriores e interiores para relajarse.
En un rango de precios más asequibles está el hotel Santos, el mejor situado de todos ellos al ubicarse en el corazón del casco histórico. Más modesto, pero con habitaciones limpias y confortables.
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Qué ver en Guarda, 6 visitas imprescindibles por las alturas de Portugal
Un día es suficiente para hacer un recorrido por todo lo que ver en Guarda. Eso sí, su situación privilegiada como puerta a la Serra da Estrela, puede alargar el viaje el tiempo que cada uno pueda para visitar desde allí el parque natural y localidades cercanas con mucho encanto incluidas en la red de Aldeias Históricas como Almeida, Belmonte, Sortelha o Linhares da Beira.
Sé de Guarda y praça Luís de Camões
Presidiendo la amplia y diáfana praça Luís de Camões se encuentra el monumento más notable que ver en Guarda, su catedral (Sé). Más que un templo parece una fortaleza inexpugnable que sigue guardando desde las alturas la ciudad más elevada del país vecino. Llama la atención su sobriedad y el color gris de su piedra y mezcla una más que evidente arquitectura gótica con elementos manuelinos y renacentista. Merece la pena pagar el simbólico precio que permite subir hasta sus terrazas, desde donde obtenemos una completa vista de Guarda y de su entorno.
También conviene detenerse ante el sorprendente retablo renacentista de cuatro pisos atribuido a Jean de Rouen.
La praça Luís de Camões se convierte en Navidad en un auténtico parque con atracciones y pista de patinaje para hacer las delicias de los más pequeños. Además cuenta con unas gigantescas letras con el nombre de la ciudad, siguiendo la moda que está imperando en todo el mundo.
Museu da Guarda
Hasta la cuarta visita que hicimos a Guarda no descubrimos el principal museo de la ciudad. Algo imperdonable teniendo en cuenta la calidad de las obras que allí se recogen. El continente ya es inmejorable, la antigua sede del seminario episcopal. Y en cuanto al contenido destcar sus colecciones de espadas de la Edad del Bronce, monedas romanas, arte sacro, pintura portuguesa de los siglos XIX y escultura renacentista. En el contiguo Paço da Cultura se pueden ver exposiciones temporales y resulta muy apetecible asomarse a su bonito patio.
Judería de Guarda
Guarda posee en su casco histórico una de las juderías mejor conservadas, no solo de Portugal, sino de toda la península ibérica. Por sus callejuelas donde abundan las casas de dos pisos de granito parece haberse detenido el tiempo. La ciudad se transforma en aldea y en los dinteles de las puertas perviven algunos símbolos que identificaban a los judíos conversos (llamados marranos) como pequeñas cruces asentadas sobre una forma circular.
Está documentada la presencia judía en Guarda desde el siglo XIII. La judería contó, además de con la preceptiva sinagoga, con un mercado, molienda de pan y cementerio. En 1469 se decretó la expulsión de los judíos de Portugal, lo que obligó a su huida o conversión.
Las calles de la judería se extienden al norte de la praça Luís de Camões por las ruas de São Vicente, Trindade y Dom Dinis, entre otras.
Torre dos Ferreiros y puertas de la muralla
Guarda conserva algunos elementos de su muralla medieval. El más notable es la Torre dos Ferreiros, ubicada junto al hotel Santos. Data del siglo XIII durante el reinado de D. Dinis. Hace unos años se la dotó de un ascensor para subir a la parte alta y contemplar desde allí unas excelentes vistas de la ciudad de Guarda y también de la Serra da Estrela. En la base hay un retrato de Miguel de Unamuno obra del artista salmantino Florencio Maíllo. Hay que recordar que el que fuera rector de la Universidad de Salamanca visitó en numerosas ocasiones Guarda y precisamente se alojaba en el hotel Santos.
Otras piezas de la muralla que siguen en pie son algunas de sus puertas. La d’El Rei, en plena judería, es de estilo gótico y cuenta con un arco ojival de estilo gótico. La porta da Erva, también conocida como puerta del Sol, también es de arco apuntado que fue reforzado en la época moderna.
Igreja da Misericordia
Entre la nómina de iglesias que ver en Guarda vamos a destacar la de la Misericordia. Se trata de la construcción barroca más relevante de la ciudad como se puede ver en su lucida fachada, que nos recuerda a la de otras muchas iglesias lusas, especialmente de la mitad norte del país. Se sitúa fuera de las murallas y en su interior destacan los altares barrocos, especialmente el de la capilla mayor.
Castelo de Guarda
Aunque parezca que la catedral de Guarda se encuentra en el punto más alto de la ciudad, todavía se puede subir más. Concretamente al lugar donde se levanta la torre del Homenaje del antiguo castillo de Guarda. La zona está un poco afeada por la presencia de unas torretas de comunicaciones, pero las vistas son excepcionales al encontrarnos en una atalaya privilegiada donde vemos toda la ciudad, la Serra da Estrela y la catedral a nuestros pies.
El castillo se construyó en el lugar donde había un antiguo castro prerromano. Data del siglo XII aunque sufrió diferentes remodelaciones posteriores.
Excursiones de un día desde Guarda.
Como apuntábamos al principio, aunque la visita a la ciudad de Guarda no nos llevará más de una jornada, esta localidad es un excelente centro de operaciones para recorrer desde allí la Serra da Estrela y algunas de las Aldeias Históricas de Portugal. Os vamos a proponer varias excursiones de un día desde Guarda para que os podáis plantear alargar la estancia y recorrer la fantástica Beira Interior Norte.
👉 Pasarelas del Mondego. Un plan imprescindible para hacer en un día desde Guarda es la ruta de senderismo de las pasarelas del Mondego. Se ha convertido en una de las rutas de moda de Portugal. Se trata de un itinerario lineal de 11,5 kilómetros. Os aconsejamos desplazaros en coche hasta el embalse do Caldeirão (a 13,6 kilómetros de Guarda) y tomar un taxi que os lleve hasta la entrada de las pasarelas de Videmonte. Una vez allí se inicia la ruta para acabar en el embalse y coger de nuevo el coche para regresar a Guarda.
🥾 Guía para hacer las pasarelas del Mondego, la ruta de moda de Portugal
👉 Excursión a Trancosco, Marialva y Linhares da Beira. Una de las ventajas de Guarda es que en su entorno se encuentra el grueso de los 12 pueblos que forman la red de Aldeias Históricas de Portugal. Un día se puede dedicar a hacer una excursión por Trancoso, Marialva y Linhares da Beira. Cada uno tiene su personalidad y encanto, pero especialmente llama la atención el caso de Marialva, la única aldea deshabitada de las doce.
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👉 Excursión a Almeida, Castelo Mendo y Castelo Rodrigo. Otra jornada la podemos emplear en hacer esta excursión por otra terna de Aldeias Históricas más próximas al a frontera con España. Almeida es conocida como la ‘estrella de Portugal’ por su perfectamente conservada muralla en forma de estrella, que trató de resistir a los envites napoleónicos. Castelo Mendo es una coqueta villa de lo más fotogénica, mientras que Castelo Rodrigo está encaramada en lo alto de una montaña con unas vistas formidables.
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👉 Senderismo en la Serra da Estrela. Además de la ruta de las pasarelas del Mondego, la Serra da Estrela ofrece una buena nómina de caminatas en la naturaleza. Algunas de nuestras favoritas son las del valle glaciar del Zêzere y las Faias de São Lourenço en Manteigas; la rota da Caniça en Lapa dos Dinheiros; la levada entre Cabeça y Loriga y la que lleva al paraje de Covão dos Conchos desde la Lagoa Comprida.
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¿Dónde comer en Guarda?
Guarda no solo es un destino patrimonial excelente, también es un estupendo lugar para degustar la gastronomía lusa a buenos precios. Estas son tres recomendaciones que a buen seguro conquistarán vuestros paladares.
🍽️ Restaurante Belo Horizonte (Largo de São Vicente 2). Un clásico para comer en Guarda platos tradicionales y caseros a buen precio. Tiene un comedor muy pequeño por lo que resulta imprescindible reservar. Está ubicado en el corazón del casco histórico de la ciudad y a nosotros nos gustaron mucho las carrilleras (‘bochechas’) y el ‘bacalhau com natas’. Tiene además otros tipos de bacalao y numerosas carnes, sobre todo de ternera aunque también es muy recomendable el cabrito.
🍽️ Porta do Sol (R. Dr. Lopo de Carvalho 41). Modesto restaurante sin pretensiones ubicado junto a la porta da Evra y el coqueto centro comercial La Vie. Platos caseros, bien preparados, generosas cantidades y precios muy ajustados. Ofrece platos del día que en nuestro caso fueron dos deliciosos bacalaos, uno con natas y otro a brás. El trato es muy cercano y agradable y los postres, exquisitos.
🍽️ Marisqueira O Caçador (R. Batalha Reis 121). Salto de calidad y también salto de precio en este histórico para comer en Guarda. Una marisquería tierra adentro pero con una excelente calidad de producto fresco traído a diario de la costa atlántica. Destacan sus mariscadas y arroces de marisco y de rape. Imprescindible reservar.