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Costa Nova es una de las denominadas playas de Aveiro y una de las más deliciosas que ver en Portugal. Un arenal interminable abierto al Atlántico tras el que se extiende un pueblo conocido por la presencia de sus casas de colores a franjas verticales. Los antiguos ‘palheiros’ donde los pescadores almacenaban utensilios son hoy bonitas viviendas de lo más fotogénicas. Te contamos todo lo que ver en Costa Nova para disfrutar al máximo de una de las mejores playas de Portugal


Una de las imágenes más icónicas de la costa portuguesa es sin duda la de las casas de colores de Costa Nova. Hace quince años que visitamos por primera vez esta playa situada a diez kilómetros del centro de Aveiro y que con el bum de Instagram ha pasado de ser una perfecta desconocida para el turismo a convertirse en un lugar de lo más popular. Aunque pertenece al municipio de Ílhavo, Costa Nova está considerada como una de las playas de Aveiro junto a sus vecinas Vagueira, Barra y São Jacinto. Además de disfrutar de su interminable arenal abierto al Atlántico y fotografiar sus casas de colores, merece la pena paladear su gastronomía, llevarse pescado fresco de su trepidante mercado, probar sus conocidas ‘tripas’ y caminar sin mirar el reloj junto a la ría.

Casas de colores en la avenida principal de Costa Nova
Casas de colores en la avenida principal de Costa Nova

Cómo llegar a Costa Nova desde Aveiro

En coche. Costa Nova se encuentra perfectamente comunicada con Aveiro por la autovía A25. Es un viaje de quince minutos sin pérdida alguna ya que la autovía concluye en dos ramales, uno a la derecha que conduce a Barra y otro a la izquierda a Costa Nova. Desde la frontera española de Salamanca hay un viaje de unas dos horas.

En autobús. La empresa Transdev tiene alrededor de quince servicios diarios que comunican Aveiro con Costa Nova. Los autobuses parten entre las 7:00 y las 23:00 horas desde la estación de Aveiro (ubicada junto a la estación de ferrocarril). Hace varias paradas, lo que alarga el viaje hasta unos 35 minutos.

Los que se alojen en el centro de Aveiro pueden optar mejor por los servicios que ofrece la empresa BusWay. Cada hora aproximadamente sale un autobús de la parada que hay junto al canal Central en la rua Clube dos Galitos. Este servicio inicia también su recorrido en la estación de autobuses (‘terminal rodoviário’). La parada en Costa Nova está en el largo Arrais Ançã y este bus también permite viajar hasta la playa de Barra.

¿Dónde alojarse en Costa Nova?

Costa Nova no cuenta con grandes hoteles y lo que ha proliferado en los últimos años son numerosos apartamentos turísticos, ubicados algunos de ellos en las tan conocidas casas de colores. Nosotros nos alojamos en una ocasión en el hotel Costa Nova, un clásico que nunca defrauda. Hace muy poco ha abierto sus puertas el hotel-barco Costa do Sal, que se ha estrenado con muy buenos comentarios y unos precios bastante ajustados. Una original propuesta ubicada en las calmadas aguas de la ría de Aveiro. Otra opción es alojarse en la propia ciudad de Aveiro y acudir en coche o en autobús a Costa Nova.

Qué ver y hacer en Costa Nova, la playa con más color de Portugal

Costa Nova es una visita imprescindible que hacer dentro de un viaje a Aveiro. También puede formar parte de una excursión de un día desde Oporto que incluye a la ciudad de los canales antes de desembarcar en esta playa tan colorida en la que tomar cientos de fotografías.

Pero antes de repasar todo aquello que ver y hacer en Costa Nova es bueno explicar cuándo surge este pueblo de pescadores que, con el paso de tiempo, se ha transformado en uno de los epicentros turísticos de la Región Centro de Portugal. Hemos explicado en otros de nuestros post sobre la zona que una gran tormenta en el siglo XVI bloqueó la desembocadura del río Vouga en el Atlántico a la altura de Aveiro estancando el agua de la ría y provocando un colapso económico y un gran problema de salubridad en esta ciudad.

Vista de Costa Nova desde las pasarelas de la playa
Vista de Costa Nova desde las pasarelas de la playa

Hasta entonces los pescadores desarrollaban su labor en São Jacinto, convertida hoy en una reserva natural de dunas salvajes que te relatamos en este post. Todo cambió en 1808 cuando se inauguró la nueva apertura de la ría al océano. Es la Barra Nova, situada entre la actual playa de Barra y el puerto de Aveiro. Esta fantástica obra de ingeniería volvió a traer prosperidad a la zona y desplazó a los pescadores a una costa nueva que hasta la fecha había sido únicamente un prado deshabitado. Ahí nació Costa Nova do Prado.

Inmortalizar los ‘palheiros’ de Costa Nova

Lo primero que hay que hacer cuando se llega a Costa Nova es inmortalizar sus archiconocidos ‘palheiros’, las casas de colores vivos a franjas verticales que tienen su germen en los antiguos pajares donde los pescadores guardaban sus utensilios. Originalmente se utilizaban tonalidades ocres, rojizas y negras, las mismas que se pueden ver en uno de los pocos que se conservan de aquella época, el de José Estevão, situado enfrente del Clube de Vela.

'Palheiro' de José Estevão
‘Palheiro’ de José Estevão

Lo que en un principio eran almacenes muy básicos, se fueron transformando poco a poco en pequeñas viviendas donde los pescadores y sus familias pasaban los meses de verano como segunda residencia. La moda de acudir a las playas en la época estival puso el resto y Costa Nova se fue transformando poco a poco en un lugar de esparcimiento y descanso y los antiguos ‘palheiros’, en bonitas casas que alegran la vista durante el paseo junto a la ría.

Otra de las coloridas casas que ver en Costa Nova
Otra de las coloridas casas que ver en Costa Nova

Las casas más fotogénicas se encuentran en la avenida José Estevão, por lo que es muy recomendable pasera por su amplia acera para ir admirando las postales que nos regala la playa más colorida de Portugal.

Caminar por las interminables playas

Costa Nova es una manga de tierra protegida, a modo de sándwich, entre la ría y el Atlántico. En tan solo unos metros se puede pasar de la leve brisa, e incluso las temperaturas elevadas que se registran junto a la ría, al fuerte viento y el fresquito que nos regala siempre el océano. A Costa Nova siempre hay que llevarse una sudadera aunque se acuda en pleno de verano, sobre todo si se sale a última hora de la tarde o por la noche.

Las playas de Costa Nova son grandiosas. Arenales vírgenes que se van sucediendo separados por grandes espigones junto a los cuales los bañistas se refugian del viento y el fuerte oleaje. Playas de arena fina para estar sin apreturas incluso en pleno verano. Repletas también de color. El color de las sombrillas, y el de los paravientos. Un elemento imprescindible en estos arenales lusos para evitar que la arena acabe salpicando el rostro.

Playa de Costa Nova
Playa de Costa Nova

Playas galardonadas con la bandera azul, con toda clase de servicios como socorrista, duchas, cambiadores, aseos y un montón de chiringuitos en los que tomar un refresco en sus hamacas mirando al océano. Playas donde el tiempo parece detenerse y en las que caminar por la fina arena o por las pasarelas que las cruzan de norte a sur. Playas en la que hay que bañarse con precaución debido al fuerte oleaje y donde al agua está muy muy fría.

Playa de Costa Nova
Playa de Costa Nova

Llevamos un montón de años yendo a Costa Nova y nos encanta. Mucho más que su vecina Barra, entre otras cosas porque en esta última es imposible aparcar en pleno verano mientras en Costa Nova hay numerosas plazas en la avenida principal.

Pasarelas de la playa de Costa Nova
Pasarelas de la playa de Costa Nova

Perderse en su vibrante mercado de pescado

Los amantes de los mercados tienen una cita en Costa Nova. Su mercado de pescado, que abre todos los días menos los lunes, es un lugar vibrante en el que disfrutar de la auténtica vida local y, de paso, llevarse alguna de las delicias marineras que llegan cada día hasta el puerto de Aveiro. Es posible comprar alguna lubina o dorada salvajes a precios muy asequibles, entre otras muchas especies que salen de las aguas del Atlántico. Es un mercado un tanto desordenado y embarullado, pero ahí radica gran parte de su encanto y de su esencia. Consejo: llevarse al viaje a Aveiro una nevera portátil para traerla cargada de buen pescado fresco.

Mercado de pescado de Costa Nova
Mercado de pescado de Costa Nova

Degustar las delicias marineras en sus restaurantes

Los que no se lleven pescado a casa (y los que sí también) no se pueden quedar sin probar las delicias marineras que se sirven en los restaurantes de Costa Nova. Nuestro lugar fetiche durante muchos años fue el Clube de Vela. Todavía recordamos con nostalgia las magníficas almejas de la ría, los gambones en salsa, los arroces caldosos y el ‘bacalhau à brás’ que preparaban a precios muy ajustados y con un trato y unas vistas formidables. El cambio de gerencia del restaurante hace algunos años modernizó el local y lo refinó. El Clube de Vela es hoy un lugar más exclusivo, donde se cuida muchísimo el producto y eso se refleja también en los precios. No es prohibitivo, pero sí es más caro que otros restaurantes de la zona. Eso sí, sigue mereciendo la pena.

Espetada de calamares y gambas de Peixe na Costa
Espetada de calamares y gambas de Peixe na Costa

Otro restaurante que hemos visitado varias veces es la Marisqueira Costa Nova, que tiene sus altos y bajos, pero que es una buena opción para comer en esta playa. Nos gustó también Peixe na Costa, un restaurante con una magnífica decoración marinera donde también se manejan un gran producto. El bar de pescadores ubicado al final de Costa Nova junto al puerto de la ría y la marisquería Dóri, emplazada en el primer piso del mercado, son otras opciones muy atractivas.

Probar una de las ‘tripas’ típicas de Costa Nova

Su nombre no llama excesivamente la atención y nos puede evocar a algo totalmente diferente a lo que realmente es. Desde que empezamos a ir a Costa Nova siempre nos llamaron la atención los puestos que junto a la ría vendían ‘tripas’ y la verdad es que tardamos varios años en probarlas. Lejos de lo que puede llegarse a pensar, se trata de una especie de crepe dulce que está absolutamente delicioso. Se sirve relleno de chocolate, por ejemplo, y es un perfecto acompañamiento para un paseo junto a la ría al atardecer. El lugar más icónico para comprarlas es Ze da Tripa, un pequeño puesto ubicado en la avenida José Estêvão.

Una 'tripa' típica de Costa Nova
Una ‘tripa’ típica de Costa Nova

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