Qué ver en Vilar Formoso, el ‘alma’ de una frontera muy viva

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Localidad fronteriza que ha crecido gracias a su estratégica situación, Vilar Formoso se suele limitar a ser punto de paso entre España y Portugal. Sin embargo, merece la pena detenerse en su bellísima estación de ferrocarril y, sobre todo, en el emotivo museo Fronteira da Paz, que repasa la llegada a Portugal de decenas de refugiados judíos que consiguieron escapar de la barbarie nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Famosa por su animado mercadillo mensual, Vilar Formoso cuenta también con una variada oferta de restaurantes donde saborear platos como el bacalao a brás


Cuando las fronteras dejaron de ser puntos calientes donde había que levantar castillos y murallas para protegerse del enemigo, llegaron las aduanas y los negocios que se creaban en torno a ellas. Aunque hace más de treinta años que los controles fronterizos desaparecieron, Vilar Formoso sigue conservando intacta esa esencia de nexo de unión entre dos países. Casi todo en esta localidad tiene un vínculo con la frontera. Los negocios, la estación de ferrocarril, su principal museo… No estamos hablando además de una frontera cualquiera, sino la principal que hay a lo largo de ‘la Raya’ hispanolusa. Como salmantinos que somos, Vilar Formoso suele ser nuestra puerta de entrada a Portugal. Hemos pasado por la localidad en decenas de ocasiones. Aunque en su entorno hay localidades con un mayor encanto por su pasado medieval como Almeida (a cuyo municipio pertenece Vilar Formoso) o Castelo Mendo, conviene detenerse, aunque sea unas horas, en alguno de sus atractivos.

Estación de Vilar Formoso
Estación de Vilar Formoso

Cómo llegar a Vilar Formoso

En coche. Tener el honor de ser el paso fronterizo más utilizado entre los que cruzan de España a Portugal convierte a Vilar Formoso en una localidad muy accesible. De hecho, hasta la inauguración del tramo de autovía que unirá la A-62 española y la A25 lusa, lo vehículos siguen pasando por el casco urbano rayano. En coche, Vilar Formoso se encuentra a poco más de una hora de Salamanca por la A-62, a media hora de Guarda por la A25 y a algo más de dos horas de Oporto por la A25 y la A1.

En tren. Vilar Formoso cuenta con una activa estación de ferrocarril que da servicio a todo el municipio de Almeida. Forma parte de la línea que conecta la frontera con Guarda con un tren Regional. Este trayecto dura 45 minutos (4,45 euros el billete). Haciendo trasbordos en Guarda, Pampilhosa y Aveiro, se puede viajar entre Oporto y Vilar Formoso en cinco horas y media a un precio de 15 euros. También existe una conexión con Lisboa más cómoda ya que hay un único trasbordo en Guarda con una duración total de algo más de 5 horas a 11,55 euros el billete.

Qué ver en Vilar Formoso. Los imprescindibles

Detrás de los hoteles, restaurantes, pequeñas tiendas, gasolineras y aduanas casi inválidas, se encuentra una localidad que ha sabido captar la atención del viajero ‘de paso’. Lo lleva haciendo desde hace mucho tiempo gracias a una apreciada gastronomía, pero ha dado un paso más allá poniendo en marcha un recurso turístico y cultural de primer orden. Su museo Fronteira da Paz es una de las propuestas más interesantes que se pueden ver en estos momentos en ‘la Raya’.

Museo Fronteira da Paz

El nazismo y la Segunda Guerra Mundial nos dejaron un buen puñado de ‘demonios’ de carne y hueso, pero también algunos ‘ángeles’ que, con su heroico comportamiento, salvaron decenas de vidas. Entre estos últimos es conocido Oskar Schindler, cuya historia fue llevada al cine por Steven Spielberg, o la del español Ángel Sanz Briz, el ‘Ángel de Budapest’. Ambos se las ingeniaron para salvar la vida de numerosos judíos que hubieran acabado en una de las tétricas cámaras de gas nazis. Pero Portugal también tuvo su propio ángel salvador. Se trató del cónsul en Burdeos, Aristides de Sousa. En junio de 1940 logró emitir miles de visados que fueron la carta de libertad para muchas personas perseguidas por el nazismo.

Exterior del museo Fronteira da Paz
Exterior del museo Fronteira da Paz

Muchos de esos refugiados llegaron a Portugal en tren a la estación de Vilar Formoso y desde allí se les encontró acomodo en diferentes puntos del país. Por eso qué mejor lugar que esta localidad fronteriza para rendir homenaje a aquellos héroes y al hombre que hizo posible semejante milagro.

Uno de los carteles que muestra a Hitler en el museo Fronteira da Paz
Uno de los carteles que muestra a Hitler en el museo Fronteira da Paz
Uno de los paneles informativos del museo Fronteira da Paz
Uno de los paneles informativos del museo Fronteira da Paz

El Museo Fronteira da Paz está dividido en seis espacios (“Gente como nosotros”; “El inicio de la pesadilla”; “El viaje”; “Vilar Formoso – Frontera de la paz”; “Por tierras de Portugal” y “La partida”). En ellos se repasa la realidad de los judíos en Alemania antes de la llegada de Hitler al poder, la persecución que sufrieron a partir de 1933, la huída gracias a la mediación de Aristides de Sousa, la llegada a Vilar Formoso, su vida en Portugal en ciudades como Estoril, Sintra, Cascais, Luso o Caldas de Rainha, y su partida hacia otros destinos ya que no tuvieron permiso para continuar en tierras lusas. Imágenes, paneles informativos, carteles, recortes de periódico y objetos personales conforman la colección de un museo estremecedor y absolutamente imprescindible para entender la historia, nuestra historia.


HORARIO

De martes a viernes de 9:00 a 12:30 horas y de 14:00 a 17:30 horas

Fines de semana y festivos de 10:00 a 12:30 horas y de 14:00 a 17:30 horas

Entrada gratuita.


Estación de ferrocarril

Además de formar parte de la línea de la Beira Alta y haber sido testigo de los acontecimientos que repasa el Museo Fronteira da Paz, la estación de ferrocarril de Vilar Formosa es un monumento en sí mismo. Al igual que ocurre con la de São Bento en Oporto o la de Marvão-Beirã, los azulejos juegan un papel crucial en su fisonomía.

Fachada de la estación de Vilar Formoso
Fachada de la estación de Vilar Formoso

Aunque la estación data de 1882, los azulejos que decoran su fachada no se instalaron hasta 1940. Proceden de la Fábrica de Cerámica Viúva de Lamego y posiblemente fueron creados por el artista J. Alves de Sá. Todos ellos forman medio centenar de paneles en los que se representan monumentos de Oporto, Lisboa, Guarda o Almeida, pasando por los paisajes de la cercana Sierra de la Estrella hasta los lejanos bosques de Azores.

Detalle del panel de azulejos dedicado a Almeida
Detalle del panel de azulejos dedicado a Almeida

Igreja Matriz

Más allá del Museo Fronteira da Paz y de la estación de ferrocarril, Vilar Formoso no destaca especialmente por su patrimonio aunque sí hay que mencionar la igreja Matriz consagrada a San Juan Bautista. La historia nos dice que fue levantada por los caballeros templarios entre los siglos XIII y XIV. Tiene elementos del románico tardíos, mudéjares y manieristas. En su interior destaca su retablo dorado de estilo manierista, una pila bautismal monolítica y un artesonado mudéjar procedente de la mezquita sobre la se construyó la iglesia. Se trata de un templo que sigue la estructura de otros del entorno como el de la localidad fronteriza de Escarigo, del que hablamos en nuestro post de qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo.

Iglesia de Vilar Formoso
Iglesia de Vilar Formoso

Mercadillo de Vilar Formoso

Uno de los mercadillos más populares de los muchos que se celebran en ‘la Raya’ hispanolusa es el que tiene lugar en Vilar Formoso el primer sábado de cada mes. Decenas de puestos se extienden a lo largo de los 1,3 kilómetros de la avenida dos Combatentes da Guerra Colonial. En ellos se puede encontrar de todo: vajillas, herramientas, ropa, calzado, toallas, menaje, quesos, bacalao, plantas, animales… El mercadillo de Vilar Formoso es un hervidero de portugueses y españoles en busca de gangas.

Mercadillo de Vilar Formoso
Mercadillo de Vilar Formoso. | IMAGEN CEDIDA POR CASAMAR

El rastro se abre a primera hora de la mañana y se prolonga hasta las 14:00 horas. Es casi una jornada festiva para Vilar Formoso donde sus restaurantes se llenan de comensales y es casi imposible aparcar. Nosotros siempre dejamos el vehículo en la rua do Emigrante, en la salida de Vilar Formoso por la carretera N332.

Además de los puestos que se extienden por la avenida dos Combatentes da Guerra Colonial, existe una zona en el entorno del río Tourões que nos parece la más pintoresca de todo el mercadillo. Allí se concentran los vendedores de alimentos, plantas y animales como pollos y gallinas. Pero también se ubican los asadores de pollo y carne de cerdo que hacen las delicias de los comensales más carnívoros. La humareda que provocan puede no ser del agrado de muchas personas, pero dota al mercadillo de Vilar Formoso de un ambiente que parece de otro tiempo.

Hoteles en Vilar Formoso

La oferta hotelera de Vilar Formoso es reducida y se enfoca principalmente a todas aquellas personas que están de paso. Con ese objetivo sigue en funcionamiento un clásico de la localidad, el hotel Lusitano de tres estrellas. Se trata de un alojamiento sencillo con habitaciones amplias, pero que hace tiempo que pide una reforma.

Jardín de la Quinta do Prado Verde
Jardín de la Quinta do Prado Verde

Una opción totalmente diferente y mucho más refinada es la Quinta do Prado Verde. Además de un excelente restaurante, este negocio también cuenta con un alojamiento muy coqueto con habitaciones espaciosas, limpias, confortables y decoradas con muy buen gusto.

Comer en Vilar Formoso

Vilar Formoso se ha convertido en nuestro refugio gastronómico para comer un bacalao de ida y vuelta. Es decir, viajar en un día con el único objetivo de empaparse de la gastronomía lusa. Son varios los restaurantes de la localidad que elaboran a la perfección uno de nuestros platos favoritos, el bacalao a brás, pero destacamos dos que además cuentan con una carta más que interesante.

  • Quinta do Prado Verde (Av. Da Fronteira s/n Vilar Formoso). Además del alojamiento más interesante de Vilar Formoso, la Quinta Prado Verde cuenta con un elegante restaurante donde trabajan a la perfección la mejor materia prima. Tienen un amplio comedor moderno y confortable y una terraza para los meses de verano que se dispone junto a una pequeña piscina. Sus propietarios cuidan hasta el más mínimo detalle y eso se nota. En una carta con precios muy razonables y cantidades abundantes encontramos entrantes como las almejas a Bulhão Pato (con ajo, cilantro y zumo de limón) 11€, las gambas fritas con cognac (10€) o los huevos revueltos con alheira (7,50€). Si hablamos de los platos principales hay que hacerlo obligatoriamente de los bacalaos. El clásico a brás (11,50€), el João do Porto asado con patatas y pimientos (12,50€) o el evocador Fronteira da Paz frito con cebolla, queso y broa (13,50€), son algunas de sus especialidades. También elaboran unas deliciosas lulas grelhadas (chipirones) y varios tipos de arroces. Precio medio por persona: 20 euros.
 Almejas Bulhão Pato de la Quinta do Prado Verde
Almejas Bulhão Pato de la Quinta do Prado Verde
Bacalao a João do Porto de la Quinta do Prado Verde
Bacalao a João do Porto de la Quinta do Prado Verde
  • Restaurante Montecarlo (Largo da Estaçao. Vilar Formoso). Ubicado junto a la estación de ferrocarril, este restaurante tiene el honor de ser el que más hemos visitado en Portugal. Su magnífica relación calidad-precio y el excelente trato de su personal hacen que nunca decepcione. Está regenteado por dos hermanos de Ciudad Rodrigo, pero en la cocina está al mando un portugués que elabora uno de nuestros bacalao a brás preferidos. También están deliciosas las lulas grelhadas (chipirones). Con una ración de cada para dos personas, tenemos una comida de auténtica categoría. También destacan en su carta los platos de cordero. Sencillez y calidad en un restaurante que no es moderno, pero que resulta acogedor y está perfectamente limpio. Precio medio por persona: 15 euros.
Bacalao a brás del restaurante Montecarlo
Bacalao a brás del restaurante Montecarlo

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