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Es el mirador que ofrece una visión más completa del cauce del río Duero en lo que los salmantinos conocemos como las Arribes y los portugueses, el parque natural do Douro Internacional. Muy cerca de Freixo de Espada à Cinta y sobre el imponente salto de Saucelle se eleva el mirador de Penedo Durao
Las Arribes del Duero, tanto en su vertiente española como en la portuguesa (parque natural do Douro Internacional), son prolíficas en miradores. El terreno lo pone en bandeja. El río se va adentrando en un profundo cañón y cualquier elevación, peña, roquedo o picón es perfecta para contemplar uno de los mayores espectáculos que se pueden contemplar en el sur de Europa. Siempre decimos que las Arribes están infravaloradas. Desconocidas para muchos, son una auténtica reserva por explotar que encandila a los que buscamos una absoluta paz y tranquilidad. Dentro de esa nómina de miradores destaca el de Penedo Durao, en Freixo de Espada à Cinta. Y lo hace por su altura, que nos brinda una de las panorámicas más completas de todas las atalayas que podemos encontrar en Salamanca, Zamora y Portugal.
Penedo Durao, uno de los mejores miradores del Douro
Es un trayecto que hemos hecho en numerosas ocasiones y os aseguramos que no nos cansamos de él. Comienza en la localidad salmantina de Saucelle, cuando tomamos la carretera que desciende de forma vertiginosa hasta el salto que lleva el mismo nombre del pueblo. Una vía estrecha y complicada, pero que se convierte en un espectáculo visual. En ella tenemos dos miradores imprescindibles. Uno, a pie de carretera. El que nos ofrece una visión completa del salto de Saucelle y el poblado de Aldeaduero, otrora morada de los trabajadores de la central hidroeléctrica y hoy convertido en un complejo de turismo. Otro es el Picón del Moro, un balcón construido en la roca que quiere ser la versión española del Penedo Durao.
Una vez a pie de río, cruzamos la presa y entramos en el país vecino. Entre inmensos campos de vides nos encaminamos a Freixo de Espada à Cinta. Pero poco antes de llegar, un desvío a la izquierda tiene que despertar nuestra atención. Es la carretera que conduce hasta el protagonista de este post, el mirador de Penedo Durao. En pocos kilómetros ascenderemos hasta los 670 metros y nos convertiremos en un dron humano. En un ave sin alas capaz de sobrevolar el Duero.
El mirador de Penedo Durao es un ejemplo de cómo los portugueses hacen extraordinariamente bien las cosas. No es un mirador sin más. Es un espacio de descanso muy amplio con zona de merenderos, bancos, escaleras, la imagen de Nossa Senhora do Douro y al fondo el balcón desde el que asomarnos y casi emprender el vuelo. Con un simple movimiento de ojos contemplaremos el salto de Saucelle. No es ni mucho menos tan espectacular como la presa de Aldeadávila, pero nos regala un paisaje muy diferente y atractivo. Al contrario de lo que sucede en Aldeadávila, donde el cañón por el que avanza el Duero en dirección a Oporto se hace extraordinariamente profundo, aquí el paisaje se desparrama y reverdece. Las riberas son aptas para los cultivos y, especialmente en el lado portugués, vemos vides y olivos que demuestran la fertilidad de la tierra. Junto al salto, divisamos perfectamente el poblado de Aldeaduero y también el mencionado Picón del Moro.
Al otro lado, contemplaremos la desembocadura del río Huebra en el Duero y las arribes que también va formando este afluente antes de regalar sus aguas a su hermano mayor. La peña de la Vela de Hinojosa de Duero y la posada real Quinta de la Concepción serán también perfectamente visibles en un día claro desde el Penedo Durao. Sólo hay que disfrutar y dejar pasar el tiempo.
Pero os aseguramos que no estaréis solos. No porque la presencia de visitantes sea elevada, que no es así, sino porque por encima de nuestras cabezas tendremos a las auténticas aves. Aunque por un momento nos sintamos un halcón peregrino o un buitre leonado divisando el Duero, los verdaderos dueños del cielo nos regalarán su presencia. Sin duda el mejor colofón a la experiencia sensorial que significa ascender hasta el mirador Penedo Durao.
Cómo llegar al Penedo Durao
Dos kilómetros antes de llegar a Freixo de Espada à Cinta desde España por la N221, veremos un desvío a nuestra izquierda hacia Poiares y Ligares en el que también está indicado el mirador Penedo Durao. Antes de llegar a Poiares veremos nuevamente un desvío a la izquierda, para tomar una pista asfaltada en buen estado y alcanzar definitivamente el mirador. En total será un trayecto de diez kilómetros con una subida constante.