Qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo entre almendros, murallas y ríos encajonados

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Municipio fronterizo donde los almendros protagonizan un efímero y colorido espectáculo, los ríos Duero y Águeda avanzan encajonados y el Medievo sigue muy presente entre castillos y murallas. Figueira de Castelo Rodrigo es un cúmulo de atractivos turísticos donde naturaleza y patrimonio se dan la mano, sin olvidar su siempre interesante vertiente gastronómica. Castelo Rodrigo, el monasterio de Santa María de Aguiar, el Duero en Barca d’Alva, la Serra da Marofa… Te contamos todo lo que ver en Figueira de Castelo Rodrigo sin ningún atisbo de masificación


Fuimos al reclamo de una deliciosa cataplana de marisco y nos encontramos con un abanico de rincones que nos cautivaron. Y regresamos. Y volvimos a regresar. Porque en un día es imposible escudriñar todo lo que ofrece el municipio de Figueira de Castelo Rodrigo. Uno de los más ricos en cuanto a atractivos turísticos que hay en la frontera hispano-lusa y en toda Portugal. Una Aldeia Histórica, un monasterio cisterciense, los cañones formados por dos ríos, los campos de almendros, una enigmática torre de origen romano y una sierra donde la vista se deleita divisando un horizonte inabarcable. Todo esto y mucho más es Figueira de Castelo Ro

drigo. Ah, se nos olvidaba. También es su cataplana de marisco. Tierra adentro y lejos del Atlántico, pero deliciosa y exquisita. Pero de eso hablaremos más adelante.

Almendros en Figueira de Castelo Rodrigo
Almendros en Figueira de Castelo Rodrigo

Cómo llegar a Figueira de Castelo Rodrigo

En coche. Figueira de Castelo Rodrigo se encuentra a una hora y media de Salamanca. Primero habrá que tomar la autovía A-62 hasta la frontera de Fuentes de Oñoro y Vilar Formoso. Una vez allí cogeremos la carretera N332 en dirección Almeida. Pasado este bello pueblo fortificado seguiremos hasta alcanzar Figueira de Castelo Rodrigo.

Si queremos llegar desde Oporto en coche tomaremos la autopista A1 hasta enlazar con la A25 en dirección a Vilar Formoso. Antes de llegar a la frontera, abandonaremos la autovía en la salida 32 en dirección Almeida. Circularemos por la N324, primero, la N340, después y, una vez pasado Almeida, tomaremos la N332 hasta Figueira de Castelo Rodrigo. En total 268 kilómetros (2 horas y 47 minutos).

En tren. Figueira de Castelo Rodrigo no cuenta con estación de ferrocarril, por lo que la opción de viajar en tren es más complicada. La estación más cercana es la de Vilar Formoso (a 36,4 kilómetros), por lo que si llegamos en ferrocarril hasta esta localidad fronteriza nos veremos obligados a viajar a Figueira de Castelo Rodrigo en taxi.

Hoteles en Figueira de Castelo Rodrigo

No nos cansamos de ensalzar lo mucho y bien que se está trabajando el turismo en la región Centro de Portugal. Donde menos te lo esperas aparece un alojamiento con encanto que aporta un valor añadido al viaje. Figueira de Castelo Rodrigo cuanta con varios de este tipo. Uno de ellos es la Hospedería del Convento de Aguiar. Con una decoración clásica y piscina exterior, se ubica junto al monasterio de Santa María de Aguiar en un paraje donde está garantizado el descanso más absoluto.

En el casco urbano de Figueira de Castelo Rodrigo tenemos la posada Falcão de Mendonça, enclavada en una casa señorial que también cuenta con un restaurante donde se sirve su famosa y apreciada cataplana de marisco.

También es posible pernoctar en Castelo Rodrigo en la ‘guesthouse’ Casa da Cisterna, un coqueto alojamiento regentado por Ana y Antonio, dos lisboetas que recalaron en esta villa medieval para emprender en el medio rural. La Casa da Cisterna recibe este nombre porque se sitúa en el antiguo depósito de agua de Castelo Rodrigo, hoy convertido en un acogedor alojamiento que aúna modernidad y autenticidad.

Qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo. Guía completa

Figueira de Castelo Rodrigo nos brinda un agradable paseo por su casco histórico, pero el interés de la visita radica en todo lo que ver en su entorno. Si además tenemos la suerte de acudir coincidiendo con la floración del almendro cuando el invierno va dando paso a la primavera, el viaje se convertirá en un colorista espectáculo.

Castelo Rodrigo

Si nos tenemos que quedar con un lugar imprescindible que ver en Figueira de Castelo Rodrigo, no habría discusión. Tan solo hay que salir del casco urbano de la ciudad e ir ascendiendo por una colina rodeada de almendros, olivos y pinos. Una subida incesante que lleva hasta Castelo Rodrigo. Una de las Aldeias Históricas de Portugal más bellas. Un codiciado fortín defensivo ubicado en un lugar estratégico. Un decorado medieval cien por cien real por el que perdernos sin mirar el reloj.

Vista de Castelo Rodrigo
Vista de Castelo Rodrigo

Basta con contemplar las vistas que regala Castelo Rodrigo para entender su importancia histórica. En una atalaya privilegiada en lo que fue en su día una frontera caliente y variable. La villa fue fundada por el rey leonés Alfonso IX, pero no fue hasta finales del siglo XIII cuando pasó a manos portuguesas por obra y gracia de Don Dinis. Fue este monarca el que reformó el castillo, cuyas ruinas se pueden recorrer en la actualidad. Ruinas que se funden con las del palacio Cristóvão de Moura, el gobernador de Castelo Rodrigo en los años de la unión ibérica. Acabado este periodo los vecinos de la villa destruyeron el palacio ya que consideraban que era un símbolo de la dominación española.

Don Dinis también construyó una muralla defensiva que sobrevive en algunos tramos. Uno de tus torreones o cubos fue aprovechado para levantar una muy portuguesa torre del reloj. Una actuación de dudoso gusto, pero que ahora se ha convertido en un símbolo de Castelo Rodrigo.

Iglesia de Nuestra Señora de Rocamador de Castelo Rodrigo
Iglesia de Nuestra Señora de Rocamador de Castelo Rodrigo

Imprescindible pasar por la iglesia de Nuestra Señora de Rocamador, Virgen negra que protegía a los peregrinos del Camino de Santiago.

Pero por encima de todo, Castelo Rodrigo invita a desviarse por sus callejuelas sin rumbo fijo. Caminando con lentitud por su empedrado o parando a tomar una ‘bica’ en su pintoresco Cantinho Café, un local casi de juguete que engarza a la perfección con la esencia de Castelo Rodrigo.

Monasterio de Santa María de Aguiar

Al descender de la colina que domina la medieval Castelo Rodrigo nos encontramos con otro de los lugares imprescindibles que ver en Figueira de Castelo Rodrigo. El monasterio de Santa María de Aguiar, Monumento Nacional, es un auténtico regalo para los sentidos. Perteneció a la orden Cisterciense y dependió administrativamente del monasterio de Santa María de Moreruela en Zamora.

Retablo del monasterio de Santa María de Aguiar qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo
Retablo del monasterio de Santa María de Aguiar
Sala Capitular del monasterio de Santa María de Aguiar qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo
Sala Capitular del monasterio de Santa María de Aguiar

La desaparición de las órdenes portuguesas en 1834 lo relegó al olvido, aunque afortunadamente se conservó la iglesia. La reina Maria II tenía miedo a ser excomulgada y se empeñó en conservar la zona del templo que se puede visitar de forma gratuita. La persona encargada de recibir al visitante nos contó que el resto del complejo monástico se vendió en subasta pública. Hoy una parte se ha convertido en alojamiento y la otra, sigue en el abandono. La cubierta se ha venido abajo y la espectacular sala Capitular, usada incluso para guardar ganado, se mantiene en pie a pesar de las humedades.

Torre de Almofala

Una de las grandezas de esta ruta por el municipio de Figueira de Castelo Rodrigo es que encuentras monumentos y parajes totalmente inesperados. Uno de ellos es la Torre de Almofala. Ubicada en una pequeña atalaya junto al embalse de Santa María de Aguiar, es una torre de vigilancia construida  sobre un antiguo templo romano dedicado al dios Júpiter. Así lo atestigua la inscripción encontrada en 1997. También conocida como Casarão da Torre, sirvió durante la Edad Media para vigilar la zona. Recientemente ha sido sometida a obras de rehabilitación.

Torre de Almofala qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo
Torre de Almofala

Ruta de senderismo del mirador de Santo André das Arribas

En un espacio natural privilegiado como es el municipio de Figueira de Castelo Rodrigo no podría faltar el senderismo. Desde la aldea de Almofala parte una ruta circular que llega hasta el mirador de Santo André das Arribas, ubicado junto a la ermita del mismo nombre. Desde allí se contemplan unas excepcionales panorámicas de las arribes del Águeda. Este afluente del Duero también forma su particular paisaje encajonado mientras sirve de frontera natural entre España y Portugal.

Ruta de senderismo en Almofala qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo
Ruta de senderismo en Almofala
Arribes del Águeda en la ruta de Almofala qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo
Arribes del Águeda en la ruta de Almofala

La ruta tiene 9 kilómetros, y en su primera parte hasta la ermita transcurre por una pista. Posteriormente se adentra en un frondoso paisaje donde el sendero transita en paralelo a los campos de olivos en terrazas. Finalmente regresa a Almofala entre alcornoques y pinos.

Iglesias de Escarigo y Escalhão

Una de nuestras obras de referencia es “Viaje a Portugal” de José Saramago. Un delicioso y entretenido recorrido por todos los rincones del país donde el autor luso recala en los lugares más insospechados. Una de sus obsesiones son las iglesias y muestra auténticas obras de arte que permanecen ajenas a la mayoría de visitantes. Una de ellas es la iglesia de Escarigo, la primera localidad portuguesa que encontramos tras dejar la provincia de Salamanca por La Bouza. Se trata de uno de los pasos fronterizos menos transitados. Tierra de pastores donde el tiempo parece haberse detenido. Saramago sudó tinta para que alguien le abriera la puerta de la iglesia de Escarigo. Nosotros no tuvimos tanta suerte, pero no podemos dejar de mencionar su fantástico altar barroco que, según Saramago, es uno de los mejores de Portugal. Una perfecta armonía de tonos rojos, azules, dorados, verdes y rosados.

Iglesia de Escarigo qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo
Iglesia de Escarigo
Retablo de la iglesia de Escalhão qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo
Retablo de la iglesia de Escalhão

Tampoco tuvimos la oportunidad de entrar, pero no por ello dejaremos de mencionar la iglesia fortaleza de Escalhão. Cuenta con interesantes frescos en su sacristía, un interesante conjunto escultórico barroco donde están representadas la Virgen y Santa Ana y bajorrelieves de inspiración flamenca con mucha fuerza.

Puente sobre la Ribeira de Aguiar

En la carretera que une Figueira de Castelo Rodrigo con Escalhão veremos a nuestra derecha una señalización que marca “Monumento Nacional”. Un camino lleva hasta el puente de origen romano y reconstrucción medieval sobre la Ribeira de Aguilar. También conocido como puente de Escalhão. El paraje es magnético gracias a su frondosa vegetación y al sonido del agua del río Aguiar. El puente se conserva en muy buen estado. Su origen es romano, pero fue totalmente restaurado en el siglo XIV. Fue lugar de paso para los peregrinos portugueses del Camino de Santiago y, como hemos señalado, está declarado Monumento Nacional.

Puente sobre la Ribeira de Aguiar qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo
Puente sobre la Ribeira de Aguiar

Paseo por Figueira de Castelo Rodrigo

La propia ciudad de Castelo Rodrigo merece un paseo aunque sea breve. Cuidado y florido siempre está el pequeño jardín situado junto a la fachada de la Cámara Municipal (Ayuntamiento). A pocos metros merece la pena que nos acerquemos hasta su iglesia, donde destaca su altar barroco y el arco de piedra que sostiene el coro y que está considerado como una pieza única en todo Portugal.

Jardín junto a la Cámara Municipal de Figueira de Castelo Rodrigo
Jardín junto a la Cámara Municipal de Figueira de Castelo Rodrigo
Iglesia de Figueira de Castelo Rodrigo
Iglesia de Figueira de Castelo Rodrigo

En el mes de marzo, Figueira de Castelo Rodrigo celebra su fiesta del almendro en flor con un amplio programa de actividades y un mercado de productos locales donde es posible comprar miel, aceitunas, aceites, vinos, dulces y, por supuesto, almendras.

Almendros en flor en Figueira de Castelo Rodrigo
Almendros en flor en Figueira de Castelo Rodrigo

Serra da Marofa

Figueira de Castelo Rodrigo es rico en leyendas, algunas de las cuales se pueden consultar en esta página reservada para tal efecto en la web del municipio. Una de esas historias está relacionada con la colina que se eleva a 977 metros de altitud junto a la ciudad de Figueira de Castelo Rodrigo. Cuentan que Zacuto, un rico judío que pasaba por la zona, quedó tan prendado de esta atalaya que decidió comprarla y establecerse allí. Zacuto tenía una bella hija llamada Ofa, que se enamoró de Luis, el hijo de un hidalgo de la zona. La expulsión de los judíos casi acaba con esta historia de amor, pero Zacuto y Ofa se convirtieron al cristianismo y la relación pudo continuar. Cada vez que Luis acudía a ver a su amada decía en casa, “voy a amar a Ofa” y desde entonces la cima más alta de Figueira de Castelo Rodrigo fue bautizada como Serra da Marofa.

Serra da Marofa qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo
Serra da Marofa

Leyendas al margen, merece la pena subir en el coche hasta una atalaya que permite contemplar una sensacional vista del entorno de Figueira de Castelo Rodrigo. La zona está presidida por una réplica de seis metros del Cristo Redentor de Río de Janeiro y que es obra del escultor Joaquim Barreiro.

Mirador del Alto da Sapinha

El parque nacional do Douro Internacional es rico en miradores que se asoman al curso de un río que avanza hacia Oporto abrigado entre viñedos, olivares y campos de cítricos. Un paisaje puramente mediterráneo que se aprecia perfectamente desde el mirador del Alto da Sapinha.

Alto da Sapinha qué ver en Figueira de Castelo Rodrigo
Alto da Sapinha
Buitre en el Alto da Sapinha
Buitre en el Alto da Sapinha

Esta atalaya se encuentra al pie de la carretera N221 que une Escalhão con Barca d’Alva. Cuenta con un merendero y un balcón desde el que se aprecia la desembocadura del río Águeda en el Duero. Un espectáculo natural que hace frontera entre España y Portugal. Desde el Alto da Sapinha es muy habitual ver sobrevolar a buitres leonados y otras aves que pueblan este privilegiado espacio.

Barca d’Alva

Después de movernos por las alturas de Castelo Rodrigo, la Serra da Marofa y el Alto da Sapinha, bajamos a pie de río para relajarnos ante la tranquilidad pasmosa del Duero. Barca d’Alva es una pequeña aldea que en los años de la posguerra en España tuvo una importancia fundamental. Se convirtió en uno de los principales pasos de la frontera hispanolusa gracias a un servicio de ferrocarril que utilizaban a diario cientos de viajeros. Hoy esa línea férrea, que salva el agreste paisaje de las Arribes mediante una sucesión de puentes y túneles, se ha convertido en un reclamo turístico gracias a la iniciativa Camino de Hierro.

Puente Almirante Sarmento Rodrigues de Barca d’Alva
Puente Almirante Sarmento Rodrigues de Barca d’Alva
Muelle fluvial de Barca d'Alva
Muelle fluvial de Barca d’Alva

Pero el visitante también acude a Barca d’Alva al reclamo de los cruceros por el Duero que parten desde su muelle y que en un día hacen el recorrido hasta Régua pasando por las exclusas de los diferentes embalses.

La tranquilidad del Duero pone el mejor colofón posible a este recorrido por todo lo que ver en Figueira de Castelo Rodrigo. Un río sosegado que refleja como un espejo el imponente puente Almirante Sarmento Rodrigues de Barca d’Alva.

Comer en Figueira de Castelo Rodrigo

  • Estalagem Falcão de Mendonça (Rua Álvaro Castelões, 20. Figueira de Castelo Rodrigo). Al fin llega el turno de la cataplana de marisco. Os hemos hablado de ella desde el principio del post y fue nuestro particular cebo para descubrir todo lo que ver en Figueira de Castelo Rodrigo. Entre los salmantinos aficionados a la gastronomía portuguesa es muy popular y por este motivo es habitual que cada fin de semana el hotel-restaurante Estalagem Falcão de Mendonça se pueble de españoles ávidos del buen yantar. Este establecimiento está ubicado en una casa señorial del siglo XIX rehabilitada y que posee un amplio comedor con un trato exquisito. En una carta repleta de recetas tradicionales de la cocina lusa, destaca la cataplana. En esta cazuela típicamente portuguesa fabricada en cobre se cuecen pedazos de rape, gambas, mejillones, almejas, buey de mar, berberechos, cebolla y pimiento. Todo ello se sirve caldoso y acompañado de una bandeja de arroz blanco que pone la dosis de hidratos de carbono. Un plato de excepcional calidad que tiene un precio de 40 euros y del que pueden comer cuatro personas perfectamente. Si solo vais dos, como fue nuestro caso, tendréis que daros el atracón ya que no existe la posibilidad de pedir una media ración. Eso sí, podremos llevarnos lo que sobre para casa.
Cataplana de marisco del Estalagem Falcão de Mendonça
Cataplana de marisco del Estalagem Falcão de Mendonça
Pernil del restaurante Peralta de Escalhão
Pernil del restaurante Peralta de Escalhão
  • Restaurante Peralta (Carretera N221. Escalhão). Los que gozamos como niños con los restaurantes buenos, bonitos y baratos de ‘la Raya’ hispanolusa tenemos una cita obligada en el restaurante Peralta. Se encuentra en la localidad de Escalhão, en la misma carretera que cruza el pueblo. Por ocho míseros euros puedes elegir entre dos platos del día, más bebida, postre, café, pan y unas aceitunas de entrada. Cuando acudimos nosotros se podía optar por pollo a la brasa o codillo. Ambos platos estaban para chuparse los dedos. Acompañados por unas patatas ‘chip’ caseras deliciosas y un arroz en su punto con un sabor muy agradable. Recomendable también el postre de la casa. Por cuatro euros más nos llevamos también una malla de naranjas de la zona con las que te encuentras con el auténtico sabor de este cítrico. Todo además con una atención exquisita y un servicio rápido y eficiente. Más no se puede pedir.

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