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Aunque el aluvión turístico que está viviendo Lisboa en los últimos años ha despersonalizado muchos de sus restaurantes de los barrios del casco antiguo, todavía quedan residuos de autenticidad a buenos precios. Son aquellos lugares donde acuden los locales, y los visitantes nos afanamos por localizarlos casi a la desesperada. Fruto de nuestro reciente viaje a la capital portuguesa hacemos esta selección de cinco de los mejores sitios para comer barato en Lisboa
Puede parecer una paradoja para algunos o algo obvio para otros, pero lo cierto es que si queremos buscar la autenticidad de la gastronomía portuguesa es mejor alejarse de las grandes urbes. En los viajes que hemos hecho a Lisboa y Oporto siempre ha sido complicado dar con una tasca tradicional donde comer bien y barato haciendo un recorrido por ese recetario tradicional que tanto nos gusta. Obviamente haberlas haylas, en la mayoría de los casos alejándose un poco de los cascos históricos tomados por los turistas. Sin embargo, no es fácil y, en muchos casos, es como buscar una aguja en un pajar.
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Durante nuestro reciente viaje a Lisboa (el cuarto a la capital portuguesa) nos propusimos dar con algunos de esos restaurantes de verdad, pero sin distanciarnos demasiado de los barrios del casco histórico. Un reto ambicioso, pero que finalmente concluyó con éxito y ha dado lugar a este artículo con cinco restaurantes para comer en Lisboa barato.
Comer barato en Lisboa es posible. 5 restaurantes que debes apuntar
La ecuación es fácil. Aunque Lisboa recibe miles de turistas cada día para los que se ha creado una amalgama de restaurantes a su medida, con precios más elevados que la media en Portugal y, en muchas ocasiones, con un servicio y calidades cuestionables, los lisboetas de verdad siguen existiendo. Y para ellos también hay locales donde degustar los ‘pratos do dia’ a 10 o 12 euros sin renunciar por ello al sabor y la autenticidad. La misión es sencilla y ambiciosa al mismo tiempo: tratar de dar con nuestros pies en alguno de ellos. Aquí van cinco de ellos que cautivaron nuestro paladar.
Churrasqueira O Lavrador (Estrela) y sus magistrales brasas
Una de las más gratas sorpresas de nuestro último viaje a Lisboa fue el barrio de Estrela. Situado al Oeste de la Baixa, queda fuera de ruta para la mayoría de turistas que visitan la capital portuguesa. Sin embargo, en la calçada da Estrela, captamos una de las mejores instantáneas del viaje con un tranvía como protagonista. La mayoría de visitantes se afanan por inmortalizarlo en lugares como la Sé, pero más allá de los barrios del casco histórico hay rincones de lo más fotogénicos para retratar este eterno medio de transporte.
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Pues bien, la calçada da Estrela conduce hasta la basílica da Estrela, con su cúpula blanca y su interior de mármol rosa y negro. Junto a él está el jardín del mismo nombre, un formidable pulmón verde de frondosa vegetación, senderos, estanques con patos y zonas de juegos. Poco antes de estos dos atractivos está la churrasqueira O Lavrador. Un restaurante cien por cien auténtico con sus brasas humeantes dispuestas a ofrecer delicias gastronómicas tradicionales.
Son especialistas en pollo, pero nos gustó mucho el lomo de bacalao ‘na brasa’ que comimos acompañado de una generosa cantidad de aceite de oliva, cebolla cruda, ajo y patata cocida. También optamos por unas espetadas de ‘lulas’ (chipirones) y gambas. La única pega ese que las gambas eran poco frescas. La mayoría de sus platos no superan los 13 euros y se presentan con cantidades abundantes. El ambiente, muy auténtico. Trato cercano y amable ‘made in Portugal’, mesas casi corridas y muchos locales.
💰 Precio medio por persona: 15 euros
Jaguar y un pescado fresco de muchos quilates
En los dos últimos viajes que hemos hecho a Lisboa nos hemos alojado en los alrededores del parque Eduardo VII y de la glorieta del Marqués del Pombal. Es una zona con alojamientos más nuevos que en el centro, pero a precios más ajustados. Además la conexión con metro con el Chiado y la Baxia es muy buena. Incluso se puede ir caminando por la avenida da Liberdade. Precisamente a quince minutos andando del mencionado parque y junto al Museo Calouste Gulbenkian se encuentra el restaurante Jaguar, una pequeña tasca para degustar pescado fresco y carne a un precio típicamente portugués.
Nos decantamos por un ‘robalo grelhado’ (lubina a la brasa) acompañado de patata cocida y el brócoli en su punto, una verdura que utilizan como guarnición en muchos restaurantes tradicionales lusos. ¡Bendito sea! El pescado tenía un tamaño generoso, y el sabor, inmejorable. También el precio, que no pasó de los 14 euros, mientras la dorada con esta misma preparación era un poco más barata.
También probamos la deliciosa ‘entremeada de leitão á moda de Negrais’. La ‘entremeada’ es la panceta del cochinillo, en este caso de la zona de Negrais en el municipio de Sintra, que se sirve asada y muy jugosa. Venía acompañada de unas patatas fritas de las de verdad, arroz y verduras. Nos la sirvieron un poco fría, pero el sabor era extraordinario.
Pusimos el colofón con un postre de piña fresca donde tampoco ahorraron en la cantidad. Tomar buena nota. Jaguar. Muy recomendable.
💰 Precio medio por persona: 15 euros
O Cartaxinho, esencia lusa a precios irrisorios
Que es posible comer barato en Lisboa sin alejarse mucho del centro y sin perder la esencia y el sabor de la cocina tradicional portuguesa, está fuera de toda duda. Si queréis más ejemplos, rizamos el rizo con O Cartaxinho, una tasca de las de verdad ubicada en una calle paralela a la avenida da Liberdade. Cuando entras y ves su carta es inevitable esbozar una sonrisa o lanzar una carcajada. Las medidas raciones (plato para uno) rondan los ocho euros, mientras que los platos para dos están por los 11 euros. Parece una broma pero lo que nos encontramos es un restaurante con un trato muy cercano y agradable, cocina de calidad, raciones generosas y un ambiente de lo más auténtico y confortable.
Para cenar pedimos una media ración de lomo de atún con salsa verde. Delicioso y en su punto. Ya sabéis que con el atún hay que tener mucho tino. Si nos pasamos de hecho puede acabar como la suela de un zapato. En este caso le tenían cogido el punto a la perfección. También pedimos una media de ‘febras de porco no churrasco’, carne de cerdo muy jugosa a la brasa. Los dos postres no superaron los seis euros y la cuenta total no llegó a 25. Increíble.
💰 Precio medio por persona: 13 euros
Casa das Bifanas, de lo más barato en plena Baixa
Ya hemos demostrado con creces que si nos alejamos un poco del meollo podemos comer bien y barato en Lisboa, como lo hacemos en otros puntos de Portugal. Pero nos planteamos el reto de poder hacer esto mismo en alguno de sus puntos más turísticos. La misión era complicada, pero salimos airosos de la tarea.
Junto a la plaza de Rossio, en la paralela plaza da Figueira encontramos un clásico lisboeta, la Casa das Bifanas. Como su propio nombre indica su especialidad son las bifanas, esos bocadillos de carne de cerdo marinado que son muy socorridos para hacer una comida o cena rápida. Pero en la Casa das Bifanas hay mucho más. Nosotros optamos por un ‘bacalhau à Gomes de Sá’, una receta donde este pescado se desmiga y se mezcla con patatas, ajo, huevo cocido, aceite y pimienta y se cocina al horno. No fue el mejor bacalao que hemos probado, pero estaba pasable.
Estaban mejor las tres espetadas de carne que nos sirvieron junto a una generosa ración de patatas, arroz y verdura. Cada uno de los platos rondó los 8 euros. Irrisorio teniendo en cuenta la ubicación. Bien es cierto, y todo hay que decirlo, que la calidad de la cocina baja con respecto a los tres primeros restaurantes que hemos recomendado, pero no es una mala opción para comer barato en el centro de Lisboa. Se nos olvidaba, también pedimos dos sopas del día como entrada por solo 1,70 euros cada una.
💰 Precio medio por persona: 13 euros
Floresta de Santana, una tasca escondida junto a Rossio
Finalizamos este recorrido por cinco restaurantes para comer en Lisboa barato con una pequeña tasca, también muy céntrica, que descubrimos en nuestro segundo viaje a la capital lusa. Hemos comprobado que, a día de hoy, mantiene intacta su esencia y también sus precios.
Floresta de Santana está a solo tres minutos caminando por encima de Rossio, muy cerca de otro restaurante tradicional que también nos recomendaron pero que todavía no hemos probado, Verde Minho. En una pequeña plazoleta casi escondida se ubica esta tasca de un puñado de mesas y con una carta de carnes y pescados que se mueven entre los 8 y los 14 euros.
Nosotros pedimos un ‘bacalhau assado na brasa’ delicioso y de muy buena calidad. Y también una espetada mixta de carne, muy jugosa y con patatas fritas caseras. El servicio en ocasiones es algo lento, pero merece la pena ya que es un auténtico lujo que en el centro Lisboa podamos comer en una auténtica tasca con precios más propios del interior de Portugal.
💰 Precio medio por persona: 15 euros